Sí es bien verdad que la industria de la moda tiene un impacto muy potente en el cambio climático, este impacto no sólo va en una dirección.
Es decir, no es solo la industria la que afecta al cambio climáticos sino que, con las condiciones cambiantes que les conté en el post, la industria será una víctima más del cambio climático.
Pero ¿Cómo?
1. Estacionalidad cambiante
O lo que es lo mismo desaparición de estaciones.
A pesar de que la evolución exacta del clima es aún un misterio, inicialmente, el calentamiento global hará que en muchas regiones que las temperaturas aumenten y los cambios de estación sean más abruptos. Perderíamos las estaciones de primavera y otoño para dejar paso a dos estaciones bien marcadas: invierno y verano.
Sabes bien que las grandes empresas basan su modelo de negocio en el fast fashion: vender muchas prendas que duran muy poco. Estas grandes cadenas llegan a introducir hasta 52 colecciones al año en una tienda. Basan su rentabilidad en una alta rotación de prendas que se adaptan a los pequeños cambios de temperaturas que hay en cada estación.
Bien, si las temperaturas aumentan irremediablemente, quiere decir que tenderemos a tener colecciones muy parecidas durante todo el año y menos posibilidad de variar el estilo y los tejidos entre estaciones.
Esta puede ser la muerte de un modelo que nos ha llevado por muy mal camino, contaminando el entorno y denigrando a muchas personas; pero hay que estar preparado para hacerle frente y adaptar nuestro negocio a esta situación de verano permanente en muchas zonas y cambios bruscos entre invierno y verano en otras zonas.
Estos cambios bruscos e imprevisibles de temperaturas hacen que los consumidores no sepan qué comprar porque no saben qué es lo que va a pasar.
Te puedes ya imaginar las implicaciones para las tiendas de ropa. Si en verano hace frío, la gente no compra polos y shorts y si en invierno hace calor, las chompas no salen! Te acuerdas que este invierno las chompas han estado en descuento casi toda la temporada?
Las empresas ya están cambiando el concepto de cómo nos vestimos y se asesoran con climatólogos y meteorólogos para afinar sus ciclos de producción y preveer la demanda de los consumidores.
2. Escasez de materias primas
El cambio climático afectará a la industria de la moda de la misma manera que afecta a la provisión de comida. No es solo un tema de que las temperaturas aumenten, sino que también aumentan las probabilidades de sequías e inundaciones y la pérdida de biodiversidad. Y esto tiene un efecto directo en el cultivo de algodón y otras fibras.
El cambio en la calidad del suelo, la escasez de agua y la imprevisibilidad y cambio del clima dificultarán el cultivo de materias primas que se traducirá en una mayor escasez, dificultad para conseguirlas y aumento de precio.
Uno de los recursos más vulnerables en el Perú es el agua. Sin ir más lejos, el 80% del agua que llega a Lima proviene del nevado Pariacaca que abastece la ciudad. Este nevado ya presenta signos de estar desapareciendo y en pocos años no habrá nieve que se transforme en agua.
El aumento de las temperaturas y el deshielo de los nevados, llevará a una drástica reducción de la cantidad de agua disponible.
Tanto para la producción del algodón como para los procesos de teñido de ropa, son necesarias grandes cantidades de agua; especialmente en el proceso de blanqueado y teñido. Según WWF, para producir un solo polo de algodón convencional, se requiere un promedio de 2700litros de agua y para producir un par de jeans se requieren 11.000 litros.
A nivel internacional, muchas empresas están ya empezando a adelantarse a esta situación y desarrollan innovaciones de teñido sin agua.
En el sector del jean (gran consumidor de agua) Levi’s ha lanzado una línea de jeans que consumen un 96% menos de agua que las otras líneas.
Nike y Adidas, cada uno por su lado ha iniciado ya han desarrollado tecnologías o están trabajando con la tecnología DyeCoo Textile Systems que usa un proceso basado en el carbono para teñir. Este sistema trabaja convirtiendo el dióxido de carbono en líquido (con alta presión y calor) que tiene la misma función que el agua; y cuando este se enfría se puede reusar. No solo es usa menos agua sino también un 60% menos de energía y es un 40% más rápido que el teñido por agua.
3. Problemas sociales en países de producción
Los países más vulnerables al cambio climático son aquellos en los que están ubicados la manufactura de textiles y prendas de las grandes empresas. Bangladesh, es el segundo país con más vulnerabilidad al cambio climático. Dicen que el Perú es el tercer país más vulnerable.
Al ser un país pobre, su capacidad de adaptación a todos los efectos del cambio climático es muy limitado y esto augura catástrofes, movilizaciones y muy malestar social que se sumaría a la pésima situación que ya tiene la industria entre manos en esta zona y que les conté en este post.
Las empresas textiles, principales motor de la economía, serán vistas como responsables no solo de las malas condiciones de las fábricas sino también moralmente responsables de ayudar a todas estas personas que han estado trabajando tan duramente para ellas. Esto afecta a la mala imagen de estas empresas pero también a costes y problemas en la producción.
¿Has pensado cómo vas a hacer tú cuando suban el precio de las telas? ¿No te preocupa que no puedas vender tu ropa a tiempo y te quedes con stock? Y tú que compras, ¿Estás dispuesto a pagar más por la misma prenda sabiendo que además se desperdicia agua que podría destinarse a dar de beber a la población?
Todas estas preguntas, y más, son las que debes hacerte ya! Y tomar acciones para no poner en peligro la sostenibilidad de tu marca.
Cada uno desde su espacio, ya seas una gran empresa, un pequeño diseñador o un consultor de tendencias, puedes hacer la diferencia y dar un toque original y único a tu producto o servicio. implementar la sostenibilidad tiene también muchos beneficios para tu negocio.
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