Los altos niveles de estrés y frustración que viven los profesionales de todos los sectores encargados de lidiar con las áreas de sostenibilidad está creciendo. Un estudio realizado por Oxford Brookes Business School y Climate Change Coaches revela que los profesionales de la sostenibilidad enfrentan altos niveles de agotamiento emocional y burnout debido a la presión de las responsabilidades asociadas con la transición verde.
El informe, titulado “Holding Back Climate Progress: Sustainability’s Critical Skills Gap”, destaca que:
- El 62% de los encuestados reportó burnout en el último año.
- El 69% expresó dificultades para mantenerse motivados ante la magnitud del desafío.
- Solo el 53% sintió recibir suficiente apoyo para su bienestar.
- El 60% indicó baja prioridad en la formación en habilidades blandas.
El informe recomienda entrenamientos especializados en coaching para desarrollar resiliencia emocional, mejorar la colaboración y navegar las complejidades de esta transformación. Los autores enfatizan que abordar la ansiedad climática y fortalecer el liderazgo son esenciales para el éxito en este ámbito.
El agotamiento profesional en la industria de la moda
Históricamente, la fuerza laboral de la moda ha enfrentado largas jornadas, una presión intensa y el costo mental de ser parte de una industria centrada en las apariencias exteriores. Algunos empleados lo han superado en gran medida pero otros muestran signo de cansancio y agotamiento.
En junio, Vogue Business encuestó a 667 profesionales de la industria sobre su experiencia trabajando en la moda. La encuesta buscaba responder dos preguntas clave: ¿qué se necesita para alcanzar un cierto nivel de éxito en la moda y qué se necesita para mantenerse feliz en ese nivel?
Hoy te cuento sobre los resultados de este estudio que reflejan el estado de burnout de los profesionales de la industria de la moda; con un capítulo especial para los profesionales de la sostenibilidad en el sector.
Los principales resultados
Los resultados de la encuesta revelaron que la discriminación sistémica, los estilos de vida insostenibles y una cultura generalizada de estrés están estimulando la insatisfacción y el “burn out”.
Hay una diferencia entre estar agotado y estar quemado (o burned out). Cuando estás expuesto a un estrés agudo con un punto final definido sólo necesitas descansar, recargar energías y reiniciar. Pero el “burn out” es la exposición crónica al estrés durante un período más prolongado. No importa cuánto tiempo intentes recargar, a menudo no puedes volver a encenderlo ni rendir al máximo. El éxito no es sostenible en el agotamiento y tiene un costo perjudicial para la salud física y mental.
Las personas en la industria luchan por conciliar sus expectativas con la realidad: trasnochar, largas jornadas, salarios y oportunidades limitados, un énfasis excesivo en las relaciones personales volubles y una cultura de agotamiento estimulada por los viajes constantes y la sobreproducción. También la discriminación, en forma de sexismo, racismo y capacitismo, está muy extendida. Y para los profesionales de la sostenibilidad, el nivel de frustración es alto. Muchos compromisos por parte de las marcas y muy pocos recursos para hacer un verdadero impacto positivo.
Los resultados muestran que la insatisfacción masiva está llegando a un punto crítico, provocando movimientos que van desde huelgas y formación de sindicatos hasta fenómenos como las renuncias silenciosas y la gran dimisión. Para las empresas de moda, esto significa una lucha por retener el talento y cumplir con agendas más amplias como la sostenibilidad y la diversidad, la equidad y la inclusión (DE&I). El perpetuo estado de estrés en el que opera la industria también corre el riesgo de limitar la creatividad, la productividad y la toma de decisiones innovadoras.
Sin un cambio real, la industria corre el riesgo de sufrir un éxodo masivo de talentos.
La alta presión de los profesionales de la sostenibilidad en la moda
Los profesionales de la sostenibilidad son un grupo adicional de especial interés. Estos profesionales sufren un alto costo emocional por tener que cumplir objetivos cada vez más elevados con equipos y presupuestos más pequeños.
Según la encuesta de líderes de sostenibilidad de Vogue Business muchos profesionales en el campo están perdiendo la moral ya que sus equipos siguen sin personal suficiente y aislados a pesar de objetivos cada vez más ambiciosos.
El tamaño de los equipos de sostenibilidad
Las marcas han afirmado durante mucho tiempo que la sostenibilidad es “el núcleo de su negocio” o “parte de su ADN”, pero hacer esto realidad no es tarea fácil, y a menudo se malinterpreta hasta qué punto es necesario incorporar la sostenibilidad. «La sostenibilidad afecta a todas las funciones del negocio, a todas las regiones y mercados», afirma Niemtzow de BSR. «Uno de los mayores errores que cometen las empresas es dar a los pequeños equipos de sostenibilidad objetivos ambiciosos que requieren la aceptación de los líderes de toda la empresa, muchos de los cuales no se sienten responsables de esos objetivos».
«La principal limitación es el tamaño del puesto», afirma Tim Clark, director técnico y de sostenibilidad de la marca británica John Smedley. También señala el infinito margen de mejora como un desafío, que a menudo los demás no entienden. «La sostenibilidad es un viaje, no un evento o logro único».
Los equipos de sostenibilidad encuestados por el estudio de Vogue varían en tamaño, y van desde equipos una o dos personas creados en el último año hasta departamentos bien establecidos con funciones altamente especializadas y supervisión ejecutiva.
Entre las empresas con más de 1.000 empleados en total, el tamaño de los equipos directos de sostenibilidad varía desde una persona que depende directamente del empleado de sostenibilidad de mayor rango y tres informes indirectos más (Mulberry) hasta un equipo global de 60 personas (Ralph Lauren), con hasta 300 reportes indirectos (Grupo H&M).
Algunas marcas no tienen empleados internos dedicados a la sustentabilidad, incluidas Peregrine, Hylo Athletics y Another Tomorrow; o sus líderes de sostenibilidad trabajan únicamente con terceros u otros empleados contribuyen a la estrategia de sostenibilidad sin que esto esté definido en su puesto de trabajo.
Otra situación muy común es que muchos de los empleados de sostenibilidad de mayor rango también tienen otras funciones en sus puestos de trabajo, lo que implica una coordinación entre equipos para lograr impacto. Por ejemplo el director de adquisiciones podría ser propietario o copropietario de objetivos relacionados con el abastecimiento sostenible. En la marca de moda neoyorquina Mara Hoffman, Dana Davis ocupa el cargo de vicepresidenta de sostenibilidad, producto y estrategia comercial. En el gigante de la moda rápida Mango, Andrés Fernández es el director de sostenibilidad y abastecimiento. Los esfuerzos del Grupo Valentino están liderados por su director de recursos humanos, adquisiciones y sostenibilidad.
Dos de las marcas que respondieron la encuesta el año pasado, también lo hicieron este año: pasado: The Estée Lauder Companies ha aumentado su equipo de sostenibilidad en una persona, mientras que el de Reformation se ha reducido en 23.
La creación de nuevos roles relacionados con la sostenibilidad
El aumento en las regulaciones y de la necesidad de coordinar las cadenas de abastecimiento ha llevado a crear puestos de responsables de cadenas de valor (muchas veces dedicados a la transparencia) y de abogados dedicados a la legislación ambiental y social.
El hecho que muchas empresas no pueden (o no quieren) incluir estos roles ejerce una presión significativa sobre los recursos de los equipos de sostenibilidad. Cuanto más complicados se vuelven los esquemas de informes y cuantos más aparecen, más tiempo le toma a los equipos informar con precisión. Cuanto más tiempo se dedican a informar, menos tiempo hay para generar un impacto positivo.
Creando una cultura de sostenibilidad
Un factor de agotamiento de los profesionales de la moda es la necesidad constante que tienen de justificar su trabajo y convencer a otros de su validez. «Algunas implementaciones, especialmente aquellas relacionadas con el cambio de la cultura corporativa, son gratuitas, pero con un alto costo de energía», añade Taciana Abreu, jefa de sostenibilidad del Grupo Soma, el holding de la marca de moda brasileña Farm Rio. “Cuanto más cambiamos la cultura, más acceso tendremos al dinero. Así es como hemos ido evolucionando nuestra estrategia de sostenibilidad: la cultura debe ser lo primero”.
Por ello es tan importante hacer esfuerzos para transformar los valores y las nuevas maneras de trabajar en toda la compañía.
La encuesta muestra que las marcas están haciendo esfuerzos para incorporar la sostenibilidad en toda la organización a través de la educación, la capacitación y la mejora de las habilidades, y la introducción de incentivos. Varias empresas ahora incorporan capacitación en sostenibilidad en su proceso de incorporación de los empleados, y otras informan que dedican tiempo a recibir retroalimentación y capacitación en sostenibilidad en las reuniones periódicas de la empresa. Vivobarefoot, por ejemplo, cuenta con programa de formación con el consultor Giles Hutchins y ofrece a los empleados un subsidio de formación profesional de £1.000.
Adicionalmente a la capacitación, algunas empresas están empezando a introducir incentivos para avanzar en materia de sostenibilidad, con la esperanza de acelerar el cambio en todo el negocio. Deciem dice que vinculará un porcentaje de la remuneración de sus altos directivos al logro de objetivos de sostenibilidad, impacto social y pertenencia a partir del próximo año fiscal. Por su lado, H&M Group y Capri Holdings mencionan que ya han implementado este tipo de incentivos. En Ganni, los altos directivos tienen KPIs de reducción de emisiones vinculados a sus bonificaciones anuales, y los trabajadores voluntarios de su “carbon squad” reciben una sesión de aprendizaje de medio día dirigida por expertos en sus respectivos campos, así como una cena con los cofundadores Ditte y Nicolaj Reffstrup cada año que participan.
Un elemento interesante de las estadísticas es que 4 de cada 5 personas que respondieron a la encuesta de 2023 son mujeres. A pesar que esto mejora los niveles de diversidad, es probable que esto sea debido a que se asumen que las mujeres son “más buenas que los hombres” en relaciones humanas, trabajo social, etc. En mi opinión personal esto es solo un ejemplo más de sexismo. Habría que investigar.
Vislumbrando una salida
El estudio mostró que los empleados que desempeñan funciones impulsadas por un propósito (incluidas la sostenibilidad y la diversidad, la equidad y la inclusión) son más susceptibles al agotamiento. Esto obstaculiza el progreso hacia los objetivos generales de la industria.
En lugar de centrarse en lo que las empresas de moda están haciendo frente a la crisis climática, los expertos dicen que es hora de priorizar cómo lo están haciendo. «Si estamos constantemente agotados, sólo podemos crear soluciones basadas en la supervivencia», dice Hannah Phang, cofundadora de la plataforma de talentos sostenibles The Now Work. «Crear un espacio para los profesionales de la sostenibilidad les ayudará a crear soluciones más impactantes».
En el contexto de crisis globales (cambio climático, crisis del costo de vida, desigualdades cada vez mayores y malestar político), la realidad de la industria es cada vez más difícil de ignorar. A los profesionales de la sostenibilidad se les pide que hagan realidad grandes ambiciones con presupuestos reducidos y equipos pequeños. “La complejidad a la que tienen que enfrentarse los profesionales de la sostenibilidad no tiene precedentes, y el nivel de incertidumbre es inherentemente estresante”, dice Jamie Bristow, líder de narrativa pública y desarrollo de políticas en la organización sueca Inner Development Goals (IDGs). Incluso en roles impulsados por un propósito que intentan lograr un cambio positivo, existe el riesgo de sufrir un “daño moral” o alejarse de valores más profundos, continúa.
“Debido a que los profesionales de la sustentabilidad tienden a estar motivados por un propósito, están dispuestos a trabajar como si fuera tiempo de guerra (y a menudo así se siente) para lograr que todo se haga”, dice Phang. “También tienen que digerir constantemente noticias negativas y leer los últimos informes sobre ciencia climática y derechos laborales, por lo que están muy conscientes de los problemas que enfrenta nuestro mundo, así como de las batallas internas necesarias para lograr que las empresas actúen sobre estos temas”.
Una nueva definición del éxito
Para los profesionales de la moda en las funciones tradicionales, la raíz de la insatisfacción está en la redefinción, por parte de las personas, de cuál es la definción del éxito. “El éxito en la moda es difícil de definir porque está muy impulsado por la imagen”, dice Ellen Jones, agente de cambio en la consultora de trabajo inclusivo Utopia. “Podrías ser considerado un diseñador exitoso y no poder pagar el alquiler. Hay personas a las que se elogia por sus funciones, pero se les sobrecarga de trabajo y se les paga mal”.
Para los profesionales de la sostenibilidad ambiental, el panorama es un poco diferente. La sostenibilidad es un tema complejo, que requiere tiempo para que la gente lo comprenda y se interese. Aunque la sensación de urgencia está cambiando, estos profesionales sienten una fuerte presión psicológica alimentada por la incongruencia que existe entre el tamaño de los problemas y el nivel de recursos económicos y humanos que se asignan por parte de las empresas.
Independientemente de cómo las marcas elijan estructurar sus equipos de sostenibilidad, la clave del éxito es darles el tiempo, el presupuesto y los recursos para cumplir. La industria debe priorizar el impacto a largo plazo sobre el desempeño o los objetivos financieros a corto plazo y esto no está sucediendo.
Por el lado social, es importante reconocer que la diversidad y la inclusión son valores esenciales a internalizar por cualquier empresa si quiere cumplir con su objetivo de ser un agente positivo para la sociedad. En términos más monetarios, la diversidad puede promover la creatividad, la innovación y el progreso.
La industria de la moda, a pesar de ser una industria que se enorgullece de avanzar de maneras nuevas y creativas, parece que no logra avanzar de la manera significativa en los temas más relevantes de nuestros tiempos, y sus empleados se están agotando.
Este artículo está basado en tres artículos de Vogue: