La reciente controversia sobre la Directiva de Reclamaciones Verdes de la Unión Europea (Green Claims Directive) ha suscitado preocupaciones entre los agricultores y productores de fibras naturales.
Una carta firmada por casi 900 representantes de cientos de miles de agricultores y ganaderos a nivel mundial pone de manifiesto que el método de evaluación ambiental de la UE podría estar favoreciendo injustamente a la industria de la moda rápida.
Adicionalmente, otra carta publicada abiertamente por investigadores, ONGs y productores también alerta de las fallas técnicas de la metodología PEF que es la que parece que recientmente el Consejo ha incluido en la Directiva.
Hoy analizaremos los diferentes puntos de vista sobre este tema.
La Green Claims Directive
En un intento por diferenciarse de sus competidores y parecer más ecológicos a los ojos de los consumidores, las empresas están multiplicando el número de etiquetas de sostenibilidad o promoviendo la neutralidad de carbono o las credenciales ambientales de sus productos.
Un estudio de la UE reveló que el 40% de las afirmaciones ecológicas hechas por las empresas carecían “completamente de fundamento”, mientras que el 53% eran “vagas, engañosas o infundadas”.
Como resultado, en marzo de 2023, la Comisión presentó una propuesta de directiva sobre declaraciones ecológicas que exige, entre otros requisitos, que las declaraciones medioambientales realizadas por las empresas se basen en pruebas científicas reconocidas y sean supervisadas por las autoridades nacionales. Además, la propuesta exige que las declaraciones y etiquetas ambientales sean claras y fáciles de entender, con referencia específica a las características ambientales que cubren, como la durabilidad del producto, la reciclabilidad o el impacto en la biodiversidad. También es importante que todas las afirmaciones medioambientales deben ser verificadas por expertos independientes antes de ser publicadas.
Para este último punto, la Directiva ha añadido recientemente referencias a la metodología del PEF como herramienta para sustentar las afirmaciones ambientales que las empresas hacen sobre sus productos.
La metodología PEF en pocas palabras
La metodología de la Huella Ambiental de Producto (PEF) de la Unión Europea está diseñada para evaluar el desempeño ambiental de los productos a lo largo de su ciclo de vida, desde la extracción de materias primas, fabricación y distribución hasta su uso y disposición final. Similar a un estudio de Análisis del Ciclo de Vida (LCA), el PEF sigue un conjunto específico y consistente de directrices. La guía PEF fue introducida en 2013 y revisada en diciembre de 2021 para medir y comunicar el impacto ambiental de los productos de manera más coherente y transparente en toda la Unión Europea.
Las normas específicas (Category Rules – PEFCR) para ropa y calzado está siendo desarrollas por un grupo multilateral conocido como el Secretariado Técnico.
El PEF analiza 1 subcategorías de productos bajo 16 categorías de impacto ambiental:
- 13 subcategorías de productos: camisetas, camisas y blusas, suéteres y capas intermedias, chaquetas y abrigos, pantalones y pantalones cortos, vestidos, faldas y monos, leggings, medias, pantis y calcetines, ropa interior, trajes de baño, accesorios de ropa, zapatos abiertos, zapatos cerrados, botas.
- 16 categorías de impacto ambiental que son: cambio climático, agotamiento de la capa de ozono, toxicidad humana (cáncer), toxicidad humana (no cáncer), materia particulada, radiación ionizante (salud humana), formación de ozono fotoquímico, acidificación, eutrofización terrestre, eutrofización acuática, ecotoxicidad (agua dulce), uso del suelo, uso del agua, uso de recursos (combustibles fósiles), uso de recursos (minerales y metales), radiación ionizante (ecosistemas).
Críticas por la importantes limitaciones de la Metodología de Huella Ambiental del Producto (PEF)
La carta dirigida al Consejo de la UE critica la metodología de la Huella Ambiental del Producto (PEF), que se utiliza para verificar las afirmaciones ambientales en los productos. Según los firmantes, este método favorece injustamente las fibras sintéticas derivadas de combustibles fósiles sobre las fibras naturales, lo que pone en riesgo los medios de vida de los agricultores.
La metodología PEF, basada en la metodología del Higg Index, fue desarrollada por Cascale (anteriormente la SAC) y se discute en el secretariado técico. La composición de este Secretariado ha sido criticada por la participación predominante de grandes marcas de ropa y calzado. Además, participación en el desarrollo de la metodología requiere una participación costosa, alcanzando cifras de seis dígitos, lo que excluye a pequeños agricultores de la votación y participación. Por si eso no fuera suficiente, de los 26 miembros del secretariado técnico, solo 14 tienen derecho a voto, y la mayoría representan a grandes marcas de moda como H&M, Nike e Inditex, dejando fuera a los agricultores.
Adicionalmente a esta falta de inclusión y participación democrática en la definición de la legislación europea, el PEF y sus Category Rules (PEFCR) para la moda tienen muchas otras limitaciones. Una de las más señaladas es que el PEFCR todavía no incorpora categorías de impacto relevantes para el sector.
Una de estas categorías faltantes se encuentran los microplásticos, la exposición a sustancias químicas, la biodiversidad y los impactos sociales. Si bien los microplásticos son una preocupación creciente, actualmente no existe una metodología estandarizada para medir su impacto en la salud humana o ambiental. Por ejemplo, todavía no conocemos un “umbral planetario” para los microplásticos (como lo existe para las emisiones de GEI). Si bien el desprendimiento de microplásticos de prendas populares como el vellón es una preocupación para muchas marcas, sigue siendo una métrica difícil de rastrear.
De manera similar, no se contemplan los impactos positivos y negativos de los productos en la biodiversidad. Actualmente, no hay un consenso internacional sobre cómo medir el impacto en la biodiversidad en un solo indicador durante el ciclo de vida de un producto. Aunque al menos ocho de las categorías de impacto del PEF afectan significativamente a la biodiversidad, estos impactos no se reflejan de manera efectiva en la metodología PEF. Incluir la biodiversidad como una categoría de impacto es complicado porque la biodiversidad es un resultado final, mientras que las categorías de impacto del PEF actuales son factores contribuyentes a esos resultados. El Joint Research Center (JRC) sugiere que la biodiversidad debería ser incluida como información adicional en los estudios PEF, en lugar de tener su propia categoría de impacto pero aún falta más investigación para ver cómo se hace.
Para las industrias textil y de la moda, la exposición a sustancias químicas es una preocupación importante dado el uso continuo de sustancias químicas tóxicas como las PFA en la producción textil. Si bien la metodología UseTox mide eficazmente la toxicidad en las evaluaciones del ciclo de vida, no tiene en cuenta la exposición humana directa a través del contacto con la piel o la inhalación de fibras.
Por último, el PEFCR aún no cuenta con una medición directa de los impactos sociales o del bienestar/explotación animal. Actualmente existen directrices internacionales en desarrollo para el trabajo infantil, la esclavitud moderna y los medios de vida de los agricultores.
Impacto en los Agricultores y el Medio Ambiente
Los agricultores firmantes subrayan en su carta que las prácticas agrícolas que utilizan son sostenibles y benefician al medio ambiente. Afirman que sus granjas, a menudo pequeñas y gestionadas por familias durante generaciones, enfrentan ya desafíos significativos debido al cambio climático. La introducción de políticas que favorezcan las fibras sintéticas podría agravar su situación, obligándolos a abandonar sus prácticas agrícolas.
La carta enfatiza que los agricultores son «guardianes de la tierra» y su objetivo es dejar sus tierras en mejor estado para las futuras generaciones. Sin embargo, sienten que el proceso de la PEF no refleja adecuadamente estas prácticas sostenibles. Además, el alto costo de participación en el secretariado técnico de la PEF excluye a los agricultores de las decisiones, mientras que las empresas de fibras sintéticas tienen una influencia desproporcionada.
Entre los firmantes se encuentran Carlo Petrini, fundador del Movimiento Slow Food, Arizona Muse y Gobi Cashmere Corporation, que representan a 189.000 familias de pastores, junto con cientos de miles de agricultores, firmaron la carta.
“Las comunicaciones recientes sugieren que el Consejo Europeo está respaldando el PEF, en apoyo de la Directiva sobre Reclamaciones Verdes, que se acordará el 17 de junio de 2024”, explica la carta.
“La metodología PEF favorece erróneamente los materiales sintéticos derivados de combustibles fósiles frente a las fibras naturales, presentándolos erróneamente como dañinos para el medio ambiente y, por lo tanto, planteando un riesgo significativo de injusticia para los agricultores cuyas vidas dependen de su producción de fibras naturales”.
Por otro lado, los defensores de la PEF, como Andrew Martin, vicepresidente ejecutivo de Cascale, argumentan que la metodología proporciona un marco claramente definido y basado en fundamentos científicos sólidos para evaluar el impacto ambiental de un producto. Martin sostiene que la PEF es el método más holístico y científicamente fundamentado disponible actualmente para evaluar el impacto ambiental de un producto, reduciendo las inconsistencias en la interpretación de las evaluaciones del ciclo de vida.
Llamado a una Evaluación Más Inclusiva
La carta de los agricultores hace un llamado urgente al Consejo de la UE para reconsiderar la dependencia de la PEF en la Directiva de Reclamaciones Verdes. Los firmantes argumentan que es fundamental que la política refleje adecuadamente el impacto de la producción de fibras naturales y no perjudique los medios de vida de los agricultores. También piden una metodología de evaluación de sostenibilidad más inclusiva y precisa que considere todos los aspectos del desempeño ambiental de los productos agrícolas.
Ya antes se han levantado quejas y argumentos para alertar a la Comisión y Consejo Europeos sobre las limitaciones y riesgos de la metodología PEF (también para la alpaca) y, durante un tiempo, se terminaron las discusiones al respecto. Parecía que la metodología estaba suficientemente cuestionada y que no se iba a utilizar para desarrollar políticas. Pero quizá solo fue una estrategia para calmar las críticas y volver con más fuerza.
Adicionalmente, en una carta fechada el 10 de junio de 2024, un grupo diverso de investigadores, consumidores preocupados, agricultores, empresas textiles y ONG ha expresado sus serias preocupaciones expecialmente por la inclusión de referencias al PEF como metodología para la evaluación del greenwashing. Los firmantes argumentan que la implementación del PEF en su forma actual es prematura y engañosa, y podría tener efectos perjudiciales tanto para los agricultores como para los consumidores.
Las principales críticas que se expresan en la carta son:
- Enfoque Excesivo en la Durabilidad Técnica:
- La metodología actual del PEF se centra predominantemente en la durabilidad técnica (resistencia al desgaste, formación de bolitas, etc.), mientras que solo el 37% de la ropa se descarta por desgaste técnico. Otros factores como la falta de valor percibido (35%) y problemas de ajuste (28%) también juegan un papel crucial.
- Ignorar estos factores y centrarse solo en la durabilidad técnica puede favorecer el uso continuado de materiales sintéticos, perjudicando a los productos hechos de fibras naturales que podrían tener una vida útil prolongada debido a su alto valor percibido.
- Falta de Investigación Independiente sobre la Durabilidad Intrínseca:
- El PEF actual no incluye una base científica sólida para calificar cómo los atributos intrínsecos afectan la duración del servicio (DoS) de las prendas.
- Se necesitan investigaciones específicas para mejorar la metodología y tener en cuenta la durabilidad emocional y otros factores no físicos que influencian la vida útil de los productos.
- Ausencia de Indicadores de Ajuste y Talla:
- El ajuste y la comodidad son factores esenciales para prolongar la vida útil de las prendas. Los estudios indican que solo un pequeño porcentaje de las prendas se ajusta adecuadamente a los consumidores.
- La falta de indicadores de ajuste en el PEFCR subestima la importancia de estos factores, lo que puede llevar a la obsolescencia temprana de las prendas.
- Definición Insuficiente de «Moda Rápida» y Duración en el Mercado:
- La ausencia de una definición operativa clara de «moda rápida» dificulta la regulación efectiva de este segmento.
- Se sugiere adoptar parámetros como la duración de la presencia en el mercado y el precio para identificar la moda rápida y ayudar en la recopilación de datos y el monitoreo de DoS.
- Base Insuficiente para Comparaciones y Acceso a Documentación:
- La falta de datos de evaluación del ciclo de vida (LCA) fiables y transparentes impide una comparación efectiva de los productos.
- Es crucial mejorar la calidad y el acceso a la documentación para asegurar consultas públicas efectivas y una regulación justa.
La carta concluye pidiendo al Consejo de la UE que se abstenga de
- Recomendar el uso del PEF o PEFCR, y
- Asumir que el uso del PEFCR es suficiente para asegurar que las marcas o productos cuentan con pruebas para sustentar las declaraciones ambientales que se hacen
Además, sobre el uso de la metodología del PEF en la Green Claims Directive solicitan:
- Que se eliminen las referencias al PEF en los recitals 17, 24 y 32 y proponen que la evaluación del impacto del microplástico resulte en un indicador separado en el PEFCR.
- Enfatizan la necesidad de una metodología más inclusiva y precisa que refleje adecuadamente el impacto ambiental de la producción de fibras naturales y no perjudique los medios de vida de los agricultores.
La Decisión del Consejo de Medio Ambiente Europeo
El 17 de junio de 2024, los ministros europeos de medio ambiente adoptaron su primera posición formal sobre la Directiva sobre Reclamaciones Verdes en Luxemburgo.
Este enfoque constituirá la base para las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre la forma final de la Directiva. Se espera que las negociaciones comiencen en el nuevo ciclo legislativo (liderado por la ultra derecha europea) por lo que es posible que tengamos más espacios para discutir y limitar el impacto de esta peligrosa metodología.
El debate sobre la Directiva de Reclamaciones Verdes y la metodología PEF es complejo y multifacético. Por un lado, está la necesidad de un marco científico sólido para evaluar el impacto ambiental de los productos. Por otro, está la preocupación legítima de los agricultores sobre cómo estas evaluaciones pueden afectar sus medios de vida y prácticas sostenibles.
La resolución de este conflicto requerirá un diálogo verdaderamente inclusivo y transparente, donde se consideren todas las perspectivas y se trabaje hacia una solución que promueva la sostenibilidad y equidad en la industria de la moda.