Cuando los responsables de formular políticas, los líderes empresariales, la sociedad civil y otros se reunieron en Glasgow en noviembre para la 26.ª Conferencia sobre el Clima de las Naciones Unidas (COP26), el mundo estaba, y sigue estando, fuera de la ruta planificada para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados C.
A finales de COP26, 151 países presentaron planes climáticos encaminados a conseguir un mundo hacia 2,5 grados C de calentamiento para finales de siglo. Dado que el mundo ya se encuentra en aproximadamente 1,1 grados C de calentamiento, tal aumento tendría efectos desastrosos. Esto es particularmente cierto para los países en desarrollo, varios de los cuales son países clave en la producción de prendas de vestir.
Reconociendo las implicaciones del cambio climático para sus cadenas de valor y modelos comerciales, cada vez más empresas de la industria de la moda se están comprometiendo y tomando medidas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Desde 2019, el número de empresas de ropa que se han unido a la iniciativa de objetivos basados en la ciencia ha aumentado de aproximadamente una docena a más de 140.
Dado este impulso, WRI se asoció con el Apparel Impact Institute para publicar la *Hoja de ruta hacia cero neto:* Cumpliendo objetivos basados en la ciencia en el sector de la confección.
La hoja de ruta establece los pasos que las empresas del sector textil y de la moda deben tomar para cumplir sus ambiciosos objetivos y reducir significativamente las emisiones. Si el sector textil y de la moda sigue estos pasos, puede representar más del 60 % de las reducciones de emisiones necesarias para que la industria se mantenga en un camino de 1,5 grados C en línea con el Acuerdo de París.
Estimación de las emisiones del sector de la moda
Usando datos de Higg, la Coalición de Ropa Sostenible (SAC) y Textile Exchange, el sector de la ropa emitió un estimado de 1.025 gigatoneladas (Gt) de dióxido de carbono equivalente (CO2e) en 2019, o aproximadamente el 2% de las emisiones globales anuales de gases de efecto invernadero. La producción de materiales, como tejidos, tejidos, teñidos y acabados, contribuye a más del 50 % de las emisiones.
La extracción de materias primas, como el cultivo de algodón y la extracción de petróleo y gas para sintéticos, genera aproximadamente otra cuarta parte de las emisiones.
Según las proyecciones de crecimiento actuales, las emisiones crecerán a 1,588 Gt para 2030, muy por debajo del ritmo necesario para lograr la reducción del 45 % de las emisiones.
¿Cómo reducir las emisiones en el sector textil y de la moda?
Si bien las emisiones del sector de la confección tienen una tendencia en la dirección equivocada, existe un gran potencial de mitigación en el sector. La hoja de ruta identifica seis intervenciones en la cadena de valor de la indumentaria que pueden generar más del 60 % de las reducciones necesarias para mantener el ritmo de un escenario de 1,5 °C:
Para cerrar la brecha entre el ratio de emisiones actual y el necesario para conseguir el objetivo de 1,5 grados, el sector debe intensificar sus esfuerzos.
El informe propone 6 líneas de acción para conseguirlo:
1. Colaborar para mejorar los datos sobre las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del sector.
Las empresas de la industria de la moda deben colaborar con organizaciones como Textile Exchange, Higg y SAC para mejorar la calidad de los datos proporcionados.
Textile Exchange publica anualmente un informe completo sobre fibras y materiales utilizados en el sector textil, y también ayuda a desarrollar, mantener y promover estándares sobre materiales preferidos como poliéster reciclado y algodón orgánico.
Higg y SAC cuentan con el índice Higg, que trata, con muchísimas limitaciones, medir los datos de impacto del sector de la confección.
Sin datos confiables, no será posible contar con información detallada del impacto positivo de las acciones. Las marcas deben trabajar con los fabricantes para recopilar datos de fabricación primarios más sólidos y los proveedores de materiales deben medir las emisiones de gases de efecto invernadero de sus materiales y contribuir con estos datos al Índice de sostenibilidad de materiales de Higg (MSI).
2. Intensificar los esfuerzos en eficiencia energética.
La producción de textiles y prendas de vestir debe ser más eficiente en el consumo energético implementando acciones como el aislamiento mejorado de los sistemas de calefacción, la captura de calor y motores más eficientes para los equipos mecánicos. En muchos casos, esto permitirá también reducir los costos.
En este estudio se estima una mejora de la eficiencia del 15% por unidad de producción. Según las discusiones con expertos de la industria y la experiencia del Apparel Impact Institute, esto debería ser posible en muchas instalaciones.
3. Invertir e incentivar la energía renovable en la cadena de suministro.
Los costos de generar electricidad a partir de energía solar y eólica continúan disminuyendo y están a la par con otras formas de electricidad en muchos países. Las actuales barreras están más en factores como el entorno regulatorio o la inversión de capital necesaria.
Por ejemplo, las regulaciones del mercado de la electricidad en algunos estados de la India limitan la capacidad de las empresas para comprar electricidad de fuentes distintas a la empresa de servicios públicos. En países como Vietnam, los acuerdos de compra de energía renovable a escala fuera de las instalaciones no están disponibles para el sector.
La transición a la electricidad renovable se aceleraría si las marcas apoyaran e incentivaran a sus fabricantes, por ejemplo, a través de la co inversión en proyectos de energías renovables in situ y un trato preferencial para los fabricantes que cambien a energía renovable.
4. Ampliar el uso de materiales y procesos sostenibles.
Las marcas deben comprometerse a utilizar un mayor porcentaje de materiales sostenibles, actualizando constantemente los materiales a la información científica disponible al respecto de su impacto en el entorno.
El informe anual de Textile Exchange proporciona una variedad de información sobre materiales sostenibles, incluidos volúmenes, tendencias y proveedores clave. Textile Exchange también proporciona herramientas para ayudar a los diseñadores a elegir alternativas más sostenibles, al igual que Higg con el MSI.
Además de la sustitución de materiales, el sector también deberá reducir las emisiones de GEI en la cadena de suministro de materiales.
5. Invertir en investigación y desarrollo de materiales y soluciones de última generación para energía térmica.
A diferencia de intervenciones como la eficiencia energética que están listas para implementarse, la industria deberá invertir en el desarrollo de tecnologías de próxima generación (p. ej., reciclaje de textil a textil) y encontrar alternativas al carbón para la energía térmica (p. ej., calentar agua para teñir y otros procesos energéticos).
Si bien las empresas individuales y los pequeños grupos de empresas están trabajando en soluciones que incluyen biomasa y electrificación para energía térmica, se necesita una inversión significativamente mayor para llevar estas soluciones a escala.
6. Iniciar la discusión sobre el consumo excesivo
Incluso si el sector es capaz de emprender las acciones anteriores, aún enfrentará una brecha en la reducción de emisiones y continuará teniendo otros impactos, incluida la contaminación del agua por la producción textil y los desechos antes y después del consumo.
Es alentador ver el surgimiento de modelos comerciales que desvinculan los ingresos de la venta de más productos nuevos, como la reventa y el alquiler de prendas de vestir. Dichos modelos pueden ayudar a abordar el tema del consumismo sin control. Sin embargo, desarrollar más de estos modelos a mayor escala es esencial para reducir las emisiones.
Es hora de actuar
La transformación del sector textil y de la moda no solo es necesario sinno que es posible, pero requiere tomar estas acciones de manera constante y comprometida.
También es importante resaltar que conseguir los objetivos, requerirá una colaboración e inversión sin precedentes, pero dará como resultado un sector más sostenible, resistente y equitativo en el futuro.
Basado en el artículo sobre el Roadmap to Net Zero: Delivering Science-Based Targets in the Apparel Sector