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La industria de la moda en tiempos del Coronavirus

Publicado el 19 - marzo , 2020

Están siendo semanas duras para la industria textil y de la moda. El Coronavirus está poniendo a prueba la viabilidad a gran escala de la industria de la moda y lo poco preparada que está para los shocks globales. Solo en el transcurso de 3 meses, el shock que ha sufrido la industria tanto por el lado del aprovisionamiento como por el lado de la demanda han sido inusitados. Casi únicamente parecidos a los que ocurren en tiempos de guerra.

A medida que el mundo apaga sus motores, también lo hacen las frágiles cadenas de suministro de la moda.

Las ventas, tanto de los principales minoristas globales como de las pequeñas empresas, están cayendo en picado. El cierre de tiendas impuesto para frenar la rápida propagación de COVID-19 hace caer los ingresos y los fabricantes están realizando cancelaciones diarias de pedidos y empleando medida de contingencia para hacer resurgir las cadenas de suministro una vez que se restablezca el orden global.

Para aquellos que forman parte de la cadena de valor de la industria de la moda la angustia que rodea al Coronavirus es descomunal y la situación económica y social es crítica.

Veamos poco a poco cuál está la situación y qué perspectivas se abren para salir de manera conjunta y solidaria de la crisis.

El origen del Coronavirus

Por lo que sabemos, el Coronavid, como también lo hizo el SARS en su momento, empezó en un mercado húmedo de Wuhan, al este de China donde se venden, matan y preparan animales domésticos y salvajes para el gusto de la población.

Pero todo esto empieza empezó mucho antes. A finales de los años 80, después de períodos de fuertes hambrunas en China. En 1988, China impulsó la Ley de Protección de la Fauna Salvaje. En esta ley se definía a la fauna salvaje como un recurso natural y, por lo tanto, las personas podían usar los recursos para criarlos y comerciar con ellos con el objetivo de salir de la pobreza.

Cualquier actividad que llevara comida a las bocas de su población famélica, era aceptable para el gobierno chino. Con esta medida nació una industria que hoy en día mueve alrededor de 20,000 millones de dólares y que es la cuarta industria ilegal más grande después de las drogas, el contrabando de personas y falsificación.

La demanda de carne aumento y las pequeñas granjas de cría se tornaron operaciones industrializadas que cultivaban serpientes, murciélagos, osos, cocodrilos, armadillos, patos, avestruces, etc.

A la par que crecía este mercado, también crecía el mercado ilegal de tráfico de animales salvajes como tigres, rinocerontes, pangolines etc. que canalizaba su venta, junto con los otros animales, a los mercados húmedos como el de Wuhan. Es en ese mercado donde el Coronavid tuvo la oportunidad de ir saltando de una especie a otra hasta que terminó en los humanos.

 

Efectos del CORONAVID-19 en la cadena de aprovisionamiento de la industria de la moda

Los primeros efectos en la industria textil y de la moda los vimos en la cadena de abastecimiento, empezando en China y distribuyéndose por toda Asia. Esto afectó tanto el sector confecciones como el aprovisionamiento de materia prima.

La cadena de abastecimiento se paralizó y dejó a los retailers con dificultades para prever la producción que debía abastecer a las siguientes temporadas.

H&M, Zara, Mango, Primark, Macy’s, VF, C/A, GAP, Ralph Lauren, JC Penney son solo algunos de las empresas que han detenido la producción, dejando a los vendedores perdidos en los próximos pasos, y otros en la cadena de suministro que corren el riesgo de perder sus trabajos a medida que se evaporan los pedidos.

Pero hay personas que realmente han sentido el golpe de la parada de la producción. Empresarios y  proveedores de Asia y el sudeste asiático (Vietnam, India, China, Bangladesh, Myanmar, Cambodia, etc) se enfrentan a la quiebra y los trabajadores de la cadena a despidos masivos, hambrunas, exclusión y enfermedades.

Pero no es solo Asia. Centroamérica también recibió órdenes de cancelar operaciones. En Perú, donde la industria está sufriendo desde ya hace algunos años, las caídas en las exportaciones llegaron al 90% en abril de 2020. Por su lado, 40.000 establecimientos tuvieron que cerrar con pérdidas estimadas en 30 millones de soles (US $ 8,9 millones) diarios, según la Coordinación Comercial de Gamarra. La situación se repite en México, un país que después de estar generando empleo formal de manera constante, ha perdido  cerca de 350.000 puestos de trabajo durante el año 2020.

Estamos hablando de millones de personas y sus familias que se han quedado sin trabajo.

La preocupación ahora es si los fabricantes recibirán los pagos acordados, y si las marcas y los minoristas que rebajan las ventas podrán (o estarán dispuestos) hacer adelantos que ayuden a mantener a flote a estas empresas en una situación tan complicada.

Aunque la duración y la gravedad final de la pandemia siguen siendo desconocidas, es evidente que la industria de la moda está apenas al comienzo de su lucha.

Al golpearse a la oferta como a la demanda, la pandemia ha generado una tormenta perfecta para la industria: una cadena de suministro global altamente integrada significa que las empresas han estado bajo una gran tensión al tratar de manejar las crisis en múltiples frentes a medida que se impusieron los cierres, deteniendo primero la fabricación en China y luego en Europa y Estados Unidos.

 

Efectos del Coronavid 19 en la demanda de moda

Al propagarse el virus a los países “occidentales” el virus ha atacado el lado de la demanda. La mayoría de países, unos más temprano que otros, han acabado ordenando cuarentenas obligatorias y el cierre de comercios de todo tipo que no sean los de primera necesidad.

Todos los grandes retailers (H&M, Inditex, GAP, Mango, Desigual, Target, Ascena Retail Group, American Eagle, Uniqlo) anunciaron el cierre temporal de todas sus tiendas en sus principales mercados

Inditex ha cerrado temporalmente 3.785 tiendas en 39 mercados y sus ventas han caído un 24% en las primeras dos semanas de marzo de 2020; Primark ha visto perder más de $230 millones solo en marzo y H&M está preocupado por el exceso de inventario.

Por su lado,Nike ha visto una caída de $ 3.5 mil millones en el cuarto trimestre, y Gap ya perdió $ 100 millones solo en Asia y Europa, antes de que el brote realmente golpeara a Norteamérica, su mayor mercado

Y la consecuencia es que el gasto ha caído a niveles nunca vistos.  Incluso las ventas en línea han disminuido del 15% al 25% en China, del 5% al 20% por ciento en Europa y del 30% al 40% en los Estados Unidos.

Mientras estos retailers se preocupan por la bajada de sus ingresos, la situación de los pequeños retailers, marcas y negocios de toda la cadena de producción están sufriendo el miedo de entrar en bancarrota frente a estos eventos tan súbitos.

 

¿Recuperación?

La situación es verdaderamente compleja.

Las fábricas en Bangladesh, India, Pakistán y Myanmar están tambaleándose. Los trabajadores están en huelgas y protestas por el pago. Mientras tanto  los propietarios, que tratan de manejar la cancelación de productos, se preguntan cómo obtendrán los salarios necesarios para pagarlos.

¿Cuánto va a durar? No lo sabemos.

Cuando uno está inmerso en una crisis sanitaria de estas características es difícil poder ver la luz al final del túnel. La prueba más clara es China que ya está saliendo de la pandemia y reactivando su economía. H&M, por ejemplo, ya ha reabierto 500 de sus 516 tiendas en ese país e Inditex solo tiene 11 tiendas cerradas de 577. Esperemos que el resto de la industria pueda recuperarse pronto.

Además, ya los principales retailers (H&M, Inditex, Kiabi, Target, PVH, Marks & Spencer) están asegurando el pago de las órdenes que estaban en pie. Este ha sido un duro golpe para la industria y las personas que trabajan en ella. Si ha habido un lado bueno al problema ha sido el respiro que le hemos dado al planeta por un ratito.

La crisis también ha conseguido que China prohíba completamente el comercio de fauna salvaje y limite la explotación de animales y fauna en peligro de extinción así como la propagación de virus que ponen en jaque a toda la humanidad. Ojalá esta sea una de las buenas enseñanzas que salgan de esta crisis.

Necesitamos hacer que la industria de la moda sea sostenible encontrando un nuevo modelo económico más resiliente a los impactos globales. Los riesgos deben ser tomados en serio por parte de la industria. No hay nada más insostenible que llegar tarde y mal preparado a las crisis y, lo peor, no estar preparado para el nuevo contexto.

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Ester Xicota

Soy Ester Xicota y tengo más de 15 años apoyando organizaciones en su transición a la sostenibilidad. Trabajemos juntos para diseñar un plan de transformación a la sostenibilidad y la economía circular que sea rentable para tu empresa y positivo para la sociedad y el medio ambiente.

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