Además de la agenda ambiental, la Unión Europea está adoptando una postura firme contra las violaciones de los derechos humanos, prohibiendo los productos fabricados con trabajo forzoso a través del Reglamento sobre trabajo forzoso de la UE.
Mientras esperamos la luz verde final del Parlamento Europeo para el texto del reglamento, prevista para noviembre de 2024, ahora es el momento perfecto para que nos sumerjamos y exploremos los detalles de esta importante legislación. Dado que la nueva ley se aplica a organizaciones de cualquier tamaño y sector, las ideas y recomendaciones incluidas en este artículo serán un gran activo para preparar su empresa para este hito crítico en la política de la UE.
¿Qué es el Reglamento sobre trabajo forzoso de la UE y por qué es importante?
La propuesta de la UE de prohibir los productos fabricados con trabajo forzoso forma parte del compromiso más amplio del bloque de defender los derechos humanos y garantizar que los bienes colocados en el mercado único no hayan sido contaminados por el trabajo forzoso. Se trata de una legislación de gran relevancia, no solo porque aborda una violación grave de los derechos humanos como es el trabajo forzado, sino también porque impone nuevas responsabilidades a las empresas para erradicar esta práctica. En última instancia, las empresas que comercializan productos dentro de la UE tendrán que garantizar que sus cadenas de suministro globales estén libres de trabajo forzoso, o se enfrentarán a severas sanciones.
La magnitud del problema del trabajo Forzoso
El Reglamento aborda un problema mundial que ha resultado difícil de combatir, ya que se estima que actualmente hay 28 millones de personas atrapadas en trabajos forzosos en todo el mundo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) (incluyendo incluida la explotación laboral forzosa, la explotación sexual forzosa y el trabajo forzoso impuesto por el Estado). Es alarmante que esta cifra represente un crecimiento respecto de los 25 millones de casos registrados en 2016.
El 70% del trabajo infantil se realiza en la agricultura y el algodón es uno de los productos básicos más comunes producidos con trabajo infantil y trabajo forzoso en al menos 18 países.
A pesar de la creencia popular, el problema del trabajo forzoso no es exclusivo de los países de bajos ingresos: el 52% de los casos se producen en países de ingresos medios altos o altos. La región de Asia y el Pacífico representa el 55% del número total de casos, aunque se han encontrado 880.000 casos de este tipo de violación dentro de la propia UE. Las mujeres y las niñas constituyen el 40% de las personas afectadas en todo el mundo, y los migrantes enfrentan un riesgo tres veces mayor de ser sometidos a trabajo forzoso.
Comprender el trabajo forzoso
Hasta ahora, la comunidad internacional ha intentado abordar la cuestión del trabajo forzoso a través de diversos instrumentos jurídicos, entre ellos:
- Convenio n.º 29 de la OIT sobre el trabajo forzoso;
- Artículo 5 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, que prohíbe la esclavitud, la servidumbre, el trabajo forzoso u obligatorio y la trata de personas;
- Artículo 4 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que establece que nadie debe ser obligado a realizar un trabajo forzoso u obligatorio;
- Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos (PRNU)
- Directrices de la OCDE sobre la diligencia debida y la conducta empresarial responsable (RBC).
Sin embargo, no existía una legislación específica de la UE que abordara la cuestión de los productos del trabajo forzoso. El nuevo reglamento es el primero que faculta a las autoridades de los Estados miembros de la UE para intervenir directamente deteniendo, incautando o retirando los productos identificados como fabricados con trabajo forzoso.
Cómo Identificar el trabajo forzoso
El primer paso en el proceso de erradicar cualquier problema es poder detectarlo. El trabajo forzoso se puede encontrar en toda la cadena de suministro.
Según la definición del Convenio núm. 29 de la OIT, el trabajo forzoso es “todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo amenaza de una pena y para el cual el individuo no se ofrece voluntariamente”.
Aunque la Comisión Europea publicará sus propias directrices específicas sobre cómo identificar un caso de trabajo forzoso, la OIT describe una serie de indicadores que representan los signos más comunes de una posible violación del trabajo forzoso, entre ellos:
- Abuso de la vulnerabilidad
- Engaño
- Restricción de movimiento
- Aislamiento
- Violencia física y sexual
- Intimidación y amenazas
- Retención de documentos de identidad
- Retención de salarios
- Servidumbre por deudas
- Condiciones de trabajo y de vida abusivas
- Horas extraordinarias excesivas
En algunos casos, un solo indicador puede implicar ya la presencia de trabajo forzoso. Sin embargo, los indicadores de la OIT por sí solos pueden no ser suficientes para detectar el trabajo forzoso impuesto por el Estado, por ejemplo, que se presenta como un foco clave del nuevo Reglamento sobre trabajo forzoso de la UE.
Aspectos clave de la nueva legislación
El Reglamento sobre trabajo forzoso de la UE cubre una serie de aspectos críticos que las empresas deben conocer para garantizar el cumplimiento.
Ámbito de aplicación
El reglamento se aplica a todos los bienes, en todas las etapas de su cadena de suministro, ya sean producidos dentro de la Unión o importados, y a empresas de todos los tamaños, tanto de la UE como de fuera de la UE. Los productos fabricados con trabajo forzoso no pueden comercializarse ni exportarse en el mercado de la UE, y las empresas que incumplan la normativa se enfrentarán a severas sanciones, como la incautación de productos, la retirada del mercado y multas.
Diligencia debida
Aunque el reglamento no establece un proceso obligatorio de diligencia debida, el cumplimiento exigirá a las empresas que realicen controles exhaustivos de la cadena de suministro, incluso con el fin de proporcionar pruebas en caso de una investigación. El texto hace referencia a la normativa local y de la Unión conexa, como la Directiva sobre diligencia debida en materia de sostenibilidad empresarial (DDSSE), al tiempo que evita imponer requisitos de diligencia debida adicionales más allá de las obligaciones existentes, en particular para las pymes, que no están cubiertas por la DDSSE.
El proceso de investigación
Cuando surgen sospechas de trabajo forzoso, el nuevo reglamento establece que se debe seguir un proceso de investigación exhaustivo. Como se detalla en nuestra actualización anterior sobre el Reglamento sobre trabajo forzoso de la UE, las investigaciones fuera de las fronteras de la UE serán realizadas por la Comisión Europea, mientras que las presuntas infracciones dentro de los Estados miembros serán gestionadas por las Autoridades Nacionales Competentes (ANC) de los estados.
- Quién se encarga de las investigaciones
Las investigaciones fuera de la UE serán lideradas por la Comisión Europea, mientras que dentro de los Estados miembros serán llevadas a cabo por las Autoridades Competentes Nacionales (NCAs). La carga de la prueba siempre recae en la autoridad que conduce la investigación y se espera que el proceso tome un máximo de 10 meses.
- Enfoque de evaluación basado en riesgos
La Comisión Europea y las NCAs evaluarán el riesgo de trabajo forzoso según la gravedad del caso, el volumen de productos afectados y la proximidad de los operadores económicos al riesgo en la cadena de suministro, entre otros factores. Se incluirán consultas con organizaciones de la sociedad civil.
- Guías de remediación y Portal Único de Trabajo Forzoso
Se creará una plataforma digital llamada «Forced Labour Single Portal» para facilitar el acceso a información actualizada sobre riesgos de trabajo forzoso y proporcionar directrices para ayudar a las empresas a cumplir con la regulación. Estas herramientas estarán disponibles 18 meses después de la publicación oficial de la regulación.
- Decisiones finales después de la investigación
Una vez finalizada la investigación, la autoridad investigadora decidirá si prohibir, retirar o eliminar los productos involucrados. También podrán exigir que las empresas retengan los productos hasta que puedan demostrar que no utilizan trabajo forzoso. Estas decisiones serán válidas en toda la UE. Se espera que el reglamento entre en vigor en 2027.
Medidas de apoyo para las organizaciones afectadas
Para facilitar el cumplimiento de este nuevo conjunto de normas, la UE publicará directrices específicas en los 18 meses siguientes a la entrada en vigor de la legislación, antes de mediados de 2026. Estas directrices ayudarán a los operadores económicos y a las autoridades nacionales a identificar, prevenir y abordar los riesgos de trabajo forzoso, con especial atención a los países y sectores de alto riesgo.
Además, la UE está creando el Portal Único sobre Trabajo Forzoso, un centro de recursos que contiene directrices, información sobre prohibiciones, una base de datos de áreas de alto riesgo y un sistema de denuncia de irregularidades. También se pondrán a disposición de las pymes medidas especiales para garantizar que no se vean afectadas desproporcionadamente por las nuevas regulaciones.
Las implicaciones de la legislación para América Latina
En América Latina, el trabajo forzoso genera 12 mil millones de dólares anuales en ganancias ilícitas y 1,8 millones de personas en la región son sometidas a esos abusos, según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Según el Global Slavery Index elaborado por Walk Free se estima que 3,5 de cada 1.000 personas en la región se encuentran en trabajos forzados
La mayoría son mujeres y niñas usadas en la industria del sexo, pero también hay muchas personas de los países vecinos a Brasil que trabajan en situación de explotación en talleres de costura o, como en países como Perú otras fuentes de ingresos ilegales son la minería y la tala de madera.
Venezuela, El Salvador, Guatemala, Colombia, Ecuador, Nicaragua, Jamaica, Bolivia y Perú lideran el listado que incluye a los 25 países del continente. La vulnerabilidad a la esclavitud contemporánea en las Américas se ve principalmente agravada por la desigualdad socioeconómica, la inestabilidad política y la discriminación hacia los migrantes y las comunidades minoritarias. El Perú tiene una calificación de 47 y presenta una vulnerabilidad por encima del promedio para la región.
La legislación de la UE tendría varias implicaciones para los países productores de textiles en América Latina, especialmente aquellos que exportan productos a la UE, como prendas de algodón, sintéticos y productos de alpaca. Definitivamente estamos expuestos a:
- Mayor exigencia de trazabilidad y transparencia en las cadenas de suministro: Los productores de textiles deberán demostrar que sus productos, desde las materias primas hasta el producto final, están libres de trabajo forzoso. Esto requiere inversiones adicionales en la trazabilidad de la cadena de suministro y controles más estrictos con sus proveedores.
- Posibles sanciones y barreras de mercado: Si se detectan violaciones de trabajo forzoso en cualquier parte de la cadena de producción o en sus proveedores, las empresas latinoamericanas enfrentarán sanciones como la prohibición de comercialización de sus productos en la UE. Esto afectaría no solo las exportaciones sino también la reputación del país en los ranking de evaluación de la UE.
¿Cómo prepararte para lo que viene?
La proactividad será la clave del éxito para garantizar que tu empresa esté a la altura de las normas cuando comiencen a aplicarse. A continuación, se ofrecen algunas recomendaciones estratégicas para estar un paso por delante:
- Realiza una diligencia debida exhaustiva: Si bien la diligencia debida no es obligatoria según la nueva regulación, es esencial para detectar y abordar los impactos adversos, como el trabajo forzoso, y es un instrumento para demostrar el cumplimiento. Las empresas deben mapear sus cadenas de suministro, señalar las áreas de alto riesgo e implementar estrategias efectivas de gestión de riesgos.
- Asegura la trazabilidad completa de la cadena de suministro: Establecer un sistema de trazabilidad eficaz será crucial, en particular para los proveedores en regiones de alto riesgo y partes de alto riesgo de la cadena de suministro. Desarrolla un enfoque gradual para aumentar la transparencia y la trazabilidad en sus cadenas de suministro.
- Interactúa con los proveedores: La colaboración con los proveedores es esencial para garantizar que toda tu cadena de suministro cumpla con las normas. Ponte en contacto con sus socios para comenzar a evaluar la situación y planificar los próximos pasos. Esto puede implicar ayudar a los proveedores a implementar medidas de mitigación y garantizar que los contratos incluyan cláusulas que prohíban el trabajo forzoso.
- Colaborar con las partes interesadas: Abordar un problema de esta escala requerirá sin duda una acción colectiva. Contacta y colabora con pares de la industria y otras entidades relevantes que trabajan para erradicar el trabajo forzoso, en particular aquellos con presencia sobre el terreno en áreas de alto riesgo.
- Prepárate para una desvinculación responsable: Si la mitigación de los riesgos del trabajo forzoso resulta inviable, puede ser necesario abandonar de manera responsable las cadenas de suministro afectadas. En estos casos, asegúrate de que su desvinculación se gestiona de manera ética y transparente con el menor impacto adverso posible en las personas.
Al prohibir los productos fabricados con trabajo forzoso, la UE establece claramente un nuevo estándar global para las prácticas comerciales éticas y la protección de los derechos humanos. Aunque todavía no se han publicado los detalles sobre cómo se llevará a cabo la aplicación, las empresas no deberían perder tiempo en desarrollar una estrategia para garantizar operaciones libres de violaciones.