el informe de Textile Exchange cuestiona el sistema moda actual y critica la orientación al crecimiento y producción constantes

Crecimiento y decrecimiento en la Industria de la Moda

Publicado el 31 - diciembre , 2024

A pesar de los crecientes esfuerzos de sostenibilidad en la industria de la moda, los resultados muestran que no se está teniendo el impacto positivo necesario para revertir las consecuencias ambientales y sociales negativas. Por el contrario, la industria, de manera global, continúa ahondando en estrategias y modelos de negocio basados en la producción masiva y el consumo acelerado, todo para seguir priorizando las ganancias económicas a corto plazo.

El problema central radica en que no se está cuestionando ni modificando el pilar fundamental del sistema capitalista y que es, también, el pilar sobre el que gira toda la industria: el modelo de crecimiento constante. La industria requiere un aumento continuo del consumo que mantenga la producciónde productos  (y la extracción de recursos), siempre a precios bajos (impidiendo que las personas que trabajan salgan de la pobrez). Este monstruo que no puede parar, funciona gracias a estrategias de marketing agresivas, la creación de una necesidad de tener más ropa en la mente de los consumidores y la creación de productos desechables. Sin abordar este problema de raíz, todos los esfuerzos hacia una industria más sostenible se ven eclipsados por el crecimiento desmedido que consume cualquier ganancia ambiental lograda.

Una propuesta cada vez más presente en los discursos de «desarrollo» es la propuesta del Decrecimiento. El informe también ha abordado la

Este año 2024, Textile Exchange ha lanzado un informe que empieza a abordar estos problemas. En mi opinión el informe es demasiado largo para decir las cosas claras y simples que se necesita decir, y está lleno de vocabulario vacío y repetitivo pero no deja de ser interesante.

Ideas clave del Informe «Reimagining Growth» de Textile Exchange

El informe destaca la urgencia de repensar este paradigma de crecimiento y propone una transformación profunda hacia un sistema basado en la reducción del crecimiento, la justicia social y la sostenibilidad ecológica.  El informe también ha realizado una encuesta sobre la posibilidad de que los profesionales de la sostenibilidad usen el término «decrecimiento» en sus organizaciones y proporciona una alternativa de palabra para que se pueda conseguir el objetivo evitando introducir conceptos que generen rechazo de entrada e impidan el avance.

Aquí te dejo un resumen y algunas reflexiones. Es importante resaltar que el propio informe reconoce que está escrito en un contexto de Norte Global y no tiene en cuenta los impactos que sus propuestas pueden tener en los países del Sur Global.

Las principales ideas clave del informe:

    • La producción mundial de fibras creció de 58 millones de toneladas en 2000 a 124 millones en 2023.
    • El modelo take-make-waste fomenta la sobreproducción y el consumo excesivo, con impactos graves en los recursos y la equidad social.
    • El crecimiento, medido en ventas y producción, sigue siendo una prioridad en las empresas, a menudo sobreponiéndose a los objetivos de sostenibilidad.
    • Desde 1970, el consumo de recursos se ha triplicado, y actualmente se consumen 1.71 veces más recursos naturales de los que el planeta puede regenerar.
    • Continuar como hasta ahora podría reducir un 25% el PIB global para 2040, lo que representa pérdidas de más de USD 21 billones del PBI mundial.
    • Un enfoque en el crecimiento perpetuo perpetúa la desigualdad y pone en riesgo los recursos finitos del planeta.
    • Es imperativo reducir los volúmenes de producción, priorizar soluciones circulares y regenerativas, y abordar las tensiones entre crecimiento y sostenibilidad.
    • La transición debe garantizar la justicia social, protegiendo los derechos y el bienestar de los trabajadores y comunidades afectadas.
    • El 65% de los participantes de una encuesta de 2024 indicaron que no pueden usar el término «decrecimiento» en sus organizaciones debido a su percepción negativa.

El modelo actual de crecimiento insostenible, impulsado por la «moda rápida», ha llevado a resultados como el aumento de inventarios no vendidos, con casos reportados de hasta USD 4.3 mil millones en stock acumulado por una sola marca. Este sistema no solo erosiona el valor percibido de los productos, sino que perpetúa una dinámica perjudicial tanto para las empresas como para el planeta.

El informe sugiere que  la moda debe redefinir el concepto de valor. Para hacerlo el informe sugiere que se redefinan medidas de éxito basadas en el bienestar social y los límites ecológicos, dejando de depender exclusivamente de métricas financieras.

Aunque, según datos de la Fundación Ellen MacArthur los modelos circulares podrían generar una oportunidad económica de USD 700 mil millones para 2030, al tiempo que se reduce el impacto ambiental, las empresas siguen ignorando esta oportunidad. Y el costo de la inacción es alarmante. Se estima que  se experimentaremos una posible reducción del 25% en la producción económica global para 2040, lo que equivaldría a USD 21 billones en pérdidas. Además, la inestabilidad en las cadenas de suministro, exacerbada por eventos climáticos extremos, podría disminuir las exportaciones de países clave en USD 65 mil millones para 2030.

Parece que las empresas, tan preocupadas por sus beneficios económicos, ignoran estimaciones que afectan directamente a sus negocios.

El informe propone:

  • La reducción de la producción y consumo de nuevos materiales en al menos un 40% en cinco años,
  • La implementación de modelos circulares como reparación, reventa y reciclaje, y
  • La imposición de límites obligatorios a la extracción de recursos para 2030.
  • Estas acciones deben alinearse con metas de consumo compatibles con los límites planetarios.

 

Cómo definir el concepto de «Crecimiento»

En esta sección, el informe explora los términos clave relacionados con el concepto de reimaginar el crecimiento y su importancia para desafiar los modelos tradicionales de la industria textil. Aborda las barreras terminológicas y cómo estas afectan la adopción de prácticas sostenibles.

El concepto de «decrecimiento»

La terminología en torno a la sostenibilidad y el crecimiento en la industria de la moda genera importantes desafíos y controversias. Conceptos clave como «decrecimiento,» «crecimiento verde,» «circularidad» y «suficiencia» son fundamentales para abordar la crisis ambiental y social, pero enfrentan resistencias significativas en el ámbito corporativo. Por ejemplo, un 65% de los encuestados en 2024 afirmó que el término «decrecimiento» no puede ser utilizado en sus organizaciones debido a percepciones negativas y su aparente incompatibilidad con los objetivos financieros.

Además, palabras como «límites,» «crecimiento lento» y «replantear el capitalismo» son vistas como demasiado radicales o poco comerciales y bloquean el diálogo y las acciones necesarias para un cambio sistémico.

Propuestas:

  • Adoptar el término «reimaginar el crecimiento» para facilitar el diálogo y reducir resistencias.
  • Enfatizar soluciones viables y positivas que integren la sostenibilidad en los objetivos empresariales.
  • Utilizar un lenguaje más accesible y comercial que no bloquee las acciones necesarias para reducir el impacto ambiental.
  • Establecer políticas públicas que creen un campo de juego equitativo que incentive modelos sostenibles.

Algunos estamos usando el concepto de post-crecimiento para evitar que nos llamen negativos y antisistema.

Existen estudios que muestran que la ciudadanía quizá no está tan en desacuerdo con las propuestas del Decrecimiento, una vez se plantean de manera separada al concepto o nombre en sí.

 

Modelos económicos alternativos:

Para sustentar estas propuestas, el informe propone utilizar  modelos económicos alternativos como  «Doughnut Economics» o el concepto de economía circular. 

La implementación de estas estrategias requiere un cambio en las prioridades corporativas. Alinear los modelos de negocio con conceptos como la suficiencia y la regeneración redefine el éxito empresarial, alejándose de métricas tradicionales basadas únicamente en crecimiento financiero. Reducir la dependencia de la extracción de recursos vírgenes y fomentar la circularidad es clave para alcanzar metas sostenibles, y puede posicionar a las empresas como líderes (cuáles quieren ya?) en la transición hacia un sistema económico más justo y respetuoso con los límites planetarios.

 

El rol del marketing

Quiero hacer una mención especial al rol que el informe otorga a los especialistas de marketing a los que siempre dejamos de lado a la hora de asignar responsabilidades.

El informe aborda el papel del marketing en la industria de la moda, subrayando cómo este actúa como un motor clave para fomentar el consumo excesivo. Señala que el marketing utiliza grandes presupuestos publicitarios para crear demanda y definir deseos de los consumidores, incentivando la compra de más productos de los que realmente se necesitan.

Este modelo ha sido fundamental para el crecimiento de la moda rápida y está respaldado por la disponibilidad de fibras sintéticas baratas y la liberalización del comercio, lo que ha facilitado prácticas de producción a bajo costo y el consumo desenfrenado.

 

Estrategias de Decrecimiento

Teniendo en cuenta que este es un informe que busca enmarcar las estrategias de decrecimiento (o de reducción de la producción, aunque el concepto va más allá de este punto) , quiero aquí resumir las estrategias que se ocupan únicamente de este tema

El informe presenta varias recomendaciones alineados con los principios del decrecimiento.  La idea principal es que se  debe priorizar una reducción planificada de la producción y el consumo dentro de los límites planetarios y que esto puede conseguirse reduciendo los volúmenes de producción en un 40% dentro de cinco años

Para conseguirlo, un primer paso es la limitación explícita del uso de materiales vírgenes, particularmente aquellos derivados de fuentes fósiles. Según Textile Exchange esto puede conseguirse a través de sistemas de reciclaje en circuito cerrado y el uso de materiales regenerativos y permitiría eliminar la dependencia de la industria de los combustibles fóssiles y la producción masiva.

Otra recomendación es la redefinición del éxito empresarial. Se propone reemplazar los indicadores financieros tradicionales (como el crecimiento en ingresos y volúmenes) con métricas que prioricen el bienestar social y los límites ecológicos. Este cambio apunta a transformar la lógica subyacente del sistema económico, alejándose de la dependencia del crecimiento perpetuo.

Además, el informe hace un llamado a eliminar estrategias de marketing que fomenten el consumo excesivo, redirigiendo los recursos hacia la promoción de prácticas más sostenibles. Esto se alinea con los valores del decrecimiento al abordar directamente la cultura de sobreconsumo impulsada por la industria.

 

Propuestas de Textile Exchange

  1. Reconocer del problema de que modelo actual basado en el crecimiento perpetuo es insostenible, tanto ecológica como socialmente y se debe tomar acción si se quiere mantener la viabilidad de los negocios.
  2. Se deber redefinir el éxito entendiendo que este se consigue cuando las empresas consiguen el bienestar social y la sostenibilidad ecológica por encima del crecimiento financiero.
  3. El rol de los actores públicos es clave y las empresas deben apoyar políticas gubernamentales que fomenten un cambio sistémico. Para ello se propone una colaboración entre todos los actores de la sociedad.
  4. Para hacerlo se debe:
    • Asumir que no es suficiente con realizar esfuerzos incrementales de sostenibilidad; es necesario redefinir radicalmente el valor y los objetivos empresariales.
    • Limitar el uso de recursos fósiles vírgenes e invertir para para priorizar la eficiencia y la introducción de materiales reciclados o regenerativos.
    • Reducir los volúmenes de producción en un 40% durante los próximos cinco años.
    • Desarrollar modelos empresariales basados en servicios, como alquiler, reparación y reciclaje
    • Asegurar una transición justa que beneficie a las poblaciones vulnerables
    • Proteger los derechos y medios de vida de los trabajadores en toda la cadena de valor.
    • Exigir y apoyar políticas gubernamentales que establezcan límites claros a la extracción de recursos y promuevan la sostenibilidad.
    • Eliminar mensajes y tácticas que promuevan el consumo excesivo y la obsolescencia programada, redirigiendo los esfuerzos de marketing hacia soluciones sostenibles.

 

Reflexionando sobre las propuestas

Algunas propuestas del informe, aunque bien intencionadas, podrían interpretarse de manera que perpetúen el crecimiento verde si no se aplican con cuidado. Por ejemplo, el énfasis en los modelos circulares como la reparación, reventa, alquiler y reciclaje puede ser utilizado como un mecanismo para justificar la expansión económica si no se limita el volumen total de producción. Si bien estos modelos reducen el impacto ambiental por unidad, pueden fomentar un consumo continuo en lugar de abordar la necesidad de disminuir el consumo total.

Del mismo modo, la recomendación de adoptar tecnologías avanzadas para minimizar residuos y optimizar procesos, aunque valiosa, puede ser mal utilizada para aumentar la eficiencia sin reducir los volúmenes de producción. Esto se relaciona con la paradoja de Jevons, en la que la mejora de la eficiencia en el uso de recursos puede llevar a un aumento general en su consumo. Por lo tanto, sin un compromiso explícito con la reducción absoluta de la producción, estas medidas pueden integrarse en un marco de crecimiento verde que continúe priorizando la expansión económica.

Otro riesgo potencial está en la promoción de productos diseñados para la durabilidad y la circularidad, que si bien son necesarios, pueden convertirse en un incentivo para mantener la producción masiva bajo el pretexto de que los productos son “más sostenibles”. Sin políticas claras que establezcan límites a los volúmenes de producción, estas prácticas pueden perpetuar un modelo de crecimiento basado en el consumo continuo de recursos.

 

Reflexión sobre el rol de la tecnología y la eficiencia en la industria de la moda

La creencia de que la tecnología puede resolver los problemas de la destrucción ambiental y el cambio climático refleja un tecno-optimismo que históricamente ha fallado en abordar las causas subyacentes de estos desafíos.  La  promoción de tecnologías avanzadas para optimizar procesos y minimizar residuos alimenta la dinámica del crecimiento.

Empecemos con el llamado a teconologías más eficientes. Aunque la eficiencia reduce el impacto por unidad producida, fomenta la idea de que es posible producir indefinidamente mientras se gestionen los impactos. La paradoja de Jevons nos recuerda que la mejora en la eficiencia, en lugar de reducir el consumo total de recursos, históricamente ha llevado a un aumento en la producción y el consumo. Por ejemplo, en la Revolución Industrial, los avances en la eficiencia de las máquinas de vapor redujeron los costos operativos, lo que incrementó su uso en más industrias y multiplicó la demanda de carbón. Este patrón se ha repetido en múltiples sectores, incluida la industria textil, donde la tecnología ha permitido producir más con menos recursos por unidad, pero ha impulsado un modelo de sobreproducción y consumo masivo.

Sin un límite explícito en la producción total, estas mejoras tecnológicas perpetúan el modelo de crecimiento, dejando intactas las dinámicas de consumo insostenible y presión sobre los recursos planetarios. La tecnología (por lo menos la orientada a la eficiencia) no ha demostrado que nos ayude a salir del problema. 

 

La confianza en materiales regenerativos, reciclaje avanzado o tecnologías aún inexistentes para compensar los daños ambientales nos lleva a un falso sentido de seguridad, sugiriendo que podemos reemplazar los sistemas naturales con soluciones humanas. Según Nicholas Georgescu-Roegen, como también su discípulo Herman Daly, critica el uso de herramientas y recursos fuera del cuerpo humano (exosomáticas)  para extender nuestras capacidades.

Esta perspectiva ignora que los ecosistemas naturales tienen límites biofísicos insustituibles. Por ejemplo, ningún avance tecnológico ha logrado revertir efectivamente la pérdida de biodiversidad a gran escala, restaurar completamente ecosistemas degradados, o reemplazar los servicios ecosistémicos fundamentales, como la regulación del clima y la fertilidad del suelo.

La fe en tecnologías que no han probado mejoras sustanciales a nivel absoluto, hace que se retrasen decisiones difíciles pero necesarias como la reducción de la producción y el consumo. Además la promesa de futuros avances tecnológicos (inexistentes y sin una previsión de que existan razonablemente pronto) amplifica el retraso de soluciones y de riesgos.

 

Las legislaciones Europeas no van en esta dirección

Las legislaciones de la Unión Europea (tan alabadas) buscan reducir el impacto ambiental y desacoplar el consumo de recursos del crecimiento económico. Es claro como desafían el paradigma del crecimiento económico perpetuo.

Estas normativas están diseñadas para hacer que el crecimiento sea más «limpio» y «responsable,» pero no plantean una reducción planificada en la producción o el consumo. Su objetivo sigue siendo mantener la competitividad económica y atraer inversiones. En lugar de abordar las causas profundas de los problemas ambientales, estas políticas promueven mejoras incrementales dentro del mismo sistema que fomenta el crecimiento.

Un punto clave es la distinción entre eficiencia y suficiencia. Mientras estas legislaciones se centran en aumentar la eficiencia —es decir, reducir el impacto ambiental por unidad producida—, no promueven la suficiencia, que implica producir y consumir menos. Por ejemplo, la ESPR (Ecodesign for Sustainable Products Regulation) fomenta productos más duraderos, pero no cuestiona la producción constante de productos ni la cantidad que se introducen en el mercado. Estas políticas no establecen límites obligatorios a los volúmenes de producción o consumo. En cambio, se fomenta un crecimiento «verde» basado en la innovación tecnológica y la sostenibilidad incremental, sin abordar directamente los problemas estructurales de la economía de crecimiento.

Además, cuando se menciona el «desacoplamiento» estas normativas  lo que promueven es un desacoplamiento relativo, es decir, una menor intensidad de impacto ambiental por unidad económica, pero no demuestran que sea posible lograr un desacoplamiento absoluto, donde el crecimiento económico se desvincule completamente de los impactos ambientales globales. Por lo tanto, si se continúa creciendo el impacto ambiental se reducirá relativamente pero no en términos absolutos. No nos podemos permitir esto.

 

Mis comentarios al informe

El informe es un primer paso para abordar temas importantes y necesarios. Es una acción  valiente que propone discutir al elefante blanco de la habitación, que lleva ahi años: El exceso de producción, el consumismo y la necesidad de redimensionar los negocios.  Además propone un porcentaje también ambicioso: un 40% de la reducción.

Ahora bien, también propone acciones que lo único que harán es seguir retrasando la acción.  Las acciones que promueven  la eficiencia y la tecnología pueden llevarnos a la inacción. Sin un marco que limite explícitamente la producción y el consumo, estas estrategias perpetúan la lógica del crecimiento verde y posponen los cambios estructurales necesarios. La eficiencia debe acompañarse de una reducción absoluta en el uso de recursos, y la tecnología no debe considerarse un sustituto del capital natural ni la promesa de soluciones que no están ni en prototipo. Debe, como mucho, ser una herramienta complementaria dentro de los límites que impone el planeta.

Un último comentario. La corriente de pensamiento que acuñó el concepto de «Decrecimiento» esgrima propuestas que van más allá de la reducción de la producción. Propone cambios culturales alineados a pensadores como Latouche o Castodiadis, «escapar de la economía» y la decolonización. El movimiento hace una reflexión interesante sobre el Decrecimiento y es que no se trata de reducir todo y llevarnos a las cavernas sino que hemos confundido el crecimiento económico (material y monetario) con el el bienestar. Por lo tanto, debemos reflexionar sobre qué estamos haciendo crecer. ¿Queremos crecer la economía o el acceso a los sistemas de salud ? ¿Queremos tener más cosas o bien ser felices? ¿Queremos tener más dinero o conseguir eliminar la desigualdad? Estamos creciendo las cosas equivocadas. Es una línea de pensamiento compleja pero muy interesante que les invito a explorar.

Les invito también a leer este artículo que escribí hace un tiempo y que va en línea con lo que menciona el informe, aunque de una manera más contundente.

 

Ester Xicota

Soy Ester Xicota y tengo más de 15 años apoyando organizaciones en su transición a la sostenibilidad. Trabajemos juntos para diseñar un plan de transformación a la sostenibilidad y la economía circular que sea rentable para tu empresa y positivo para la sociedad y el medio ambiente.

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