En agosto de 2022, thredUp publicó su Gen Z Fashion Report, que analiza el comportamiento de los consumidores de la Generación Z y, como resultado de este estudio, ha implementado una línea telefónica de apoyo (Hotline) para jóvenes que sienten que son adictos a la moda rápida y quieren hablar de ello.
La Gen Z no deja de sorprendernos. Podemos encontrar tanto estudios donde profesan la preocupación por el medio ambiente, como también datos de ventas y beneficios astronómicos por parte de retailers como Shein y Bohoo, máximos exponentes de la moda ultra-rápida.
Con estas contradicciones, es normal que las generaciones precedentes (Millenials y GenX) cuestionan las intenciones “ecologistas” de la Generación Z pero la verdad es que, a pesar de dicen querer reemplazar sus compras de moda rápida con hábitos más sostenibles, las presiones sociales parecen ser demasiado fuertes para que lo consigan.
Vale la pena recordar que la Generación Z es la única generación que creció con el ataque combinado de la moda rápida y las redes sociales como una característica de sus vidas. El marketing agresivo, los algoritmos insidiosos y el bombardeo diario de compras virales de TikTok y los “outfits of the day” de Instagram tienen un precio en la salud mental de esta generación que sufre una fuerte presión para buscar la tendencia en cada selfie.
Tanto las redes sociales como la moda rápida, inventadas por Millennials (y mayores) fueron diseñadas para ser adictivas y ahora estas generaciones culpan a los jóvenes de engancharse a la cultura y el sistema que ellos ayudaron a construir. Pero además, todo esto ocurre en un contexto de un exceso de deuda universitaria, el lento crecimiento de los salarios y la casi inexistente posibilidad de ascender en las empresas.
¿Quién les va a dar un respiro?
Los consumidores más jóvenes sienten mucha presión por comprar moda rápida.
El estudio realizado por thredUp arroja luces sobre la difícil situación de que sufre esta generación.
Para realizar el estudio, se encuestaron a 1989 jóvenes americanos entre 16-25 años entre junio y julio de 2022 y se realizaron preguntas sobre sus hábitos de compra en la temporada de vuelta al colegio, y su relación y percepción de la moda rápida.
Aquí algunos resultados:
- el 72% de los estudiantes universitarios dicen que han comprado moda rápida en el último año
- Más de 2 de cada 5 dicen que compran ropa para eventos que probablemente usarán solo una vez.
- El 50% de los estudiantes universitarios ven videos semanales de moda rápida en las redes sociales
- el 40% visita diariamente por los sitios de moda rápida
Y las consecuencias son que:
- 1 de cada 3 GenZ dice que se siente adicto a la moda rápida
- El 35% de los estudiantes universitarios dicen que dedican demasiado tiempo y dinero a la moda rápida
- El 45% dice que le es difícil de resistir a la tentación del fast fashion
- El 51% dice que quieren dejar la moda rápida o comprar menos
- El 65% dice que quiere comprar prendas más sostenibles este año
- Las razones por las cuales quieren dejar el fast fashion son:
- Sostenibilidad: Quieren comprar de marcas más sostenibles
- Calidad: quieren comprar prendas de más calidad
- Culpa: Saben que la sobreproducción de moda es dañina para el planeta
ThredUp crea una línea directa de apoyo para la Generación Z
Para apoyar a estas personas, thredUp se ha asociado con la estrella de Stranger Things, Priah Ferguson, para lanzar Fast Fashion Confessional Hotline, una línea telefónica para aconsejar a las personas que quieren alejarse de la moda rápida.
Esta línea de apoyo llega en la temporada del retorno a clases donde los estudiantes se enfrentan a la presión por encontrarse de nuevo frente a sus colegas y sentir que forman parte del grupo y pueden expresar quién son. Esta presión la disparan marcas y retailers como Shein que produce cerca de 10,000 artículos nuevos por día y utiliza todas las armas posibles para venderlas lo antes posible.
En esta temporada la persona promedio de la Generación Z planea comprar 12 prendas nuevas. Pero si cada persona cambiara esos 12 artículos nuevos por otros de segunda mano, en conjunto podría ahorrar más de 5,000,000 de toneladas de C02e. Eso equivale a plantar 116 millones de árboles.
El objetivo es ofrecer herramientas a la Generación Z de Estados Unidos con los recursos que necesitan para abandonar la moda rápida para siempre y adoptar hábitos de compra sostenibles y duraderos.
Llamando al 1-855-THREDUP las personas tendrán la oportunidad de confesar sus pecados de moda rápida y obtener el apoyo que necesitan para cambiar a hábitos de compra más saludables.
En el otro extremo de la línea, la voz de Ferguson se escuchará inmediatamente tranquilizando a la persona que llama al hacer su propia confesión de moda rápida.
La persona que llame podrá aprender por qué la moda rápida es tan mala para el planeta y cómo el ahorro puede ser una alternativa asequible, sostenible y vanguardista.
Las personas que llamen también tendrán la oportunidad de elegir entre una selección de moda de segunda mano seleccionada por Ferguson.
¿Una campaña de marketing más?
Una vez accedes al sitio web de la línea de ayuda, puedes encontrar una serie de looks de Ferguson que las personas pueden comprar directamente.
Definitivamente esto ha levantado varias críticas que ven esta acción como una campaña de marketing engañosa y hasta contraproducente. La pregunta es: ¿thredUp busca terminar con la adicción a las compras o bien solo a la adicción a comprar ropa nueva? Si no se aclara eso, existe un conflicto claro en el mensaje de thredUp.
Transicionar de comprar en exceso moda rápida a comprar en exceso moda de segunda mano no resuelve ni la raíz del problema de la adicción ni tampoco la del daño al medio ambiente.
¿Cuál es tu opinión? ¿Es mejor ser adicto a la moda rápida nueva a o a la de segunda mano? ¿Debemos ser adictos?
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Basado en este artículo.