El Código de Conducta de Compras Responsables, también conocido como el Código de Conducta del Comprador, es un conjunto de principios y prácticas con los que las marcas de ropa y los minoristas (conocidos en este documento como «Compradores») se comprometen a defender los derechos humanos de los trabajadores en toda la cadena.
Mientras que típicamente, los códigos de conducta se aplican a los Proveedores (es decir, fábricas y otros productores), el Código del Comprador se aplica a las marcas. Cuando se inserta en un contrato de compra, el Código del Comprador se vuelve exigible.
El Código del Comprador fue desarrollado por un grupo de trabajo de la Sección de Derecho Comercial de la American Bar Association dirigido por David Snyder, Profesor de Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Americana de Washington y Susan Maslow, Socia, Antheil Maslow & MacMinn, LLP.
Puedes encontrar el código de comprador aquí. También puedes encontrar un modelo de contrato y otras herramientas en el “Contracting for Human Rights Toolkit”
¿Qué objetivo tiene el Código del Comprador?
El Código del Comprador tiene como objetivo abordar el desequilibrio de poder entre los Compradores (las marcas) y sus Proveedores (por ejemplo, fábricas, plantaciones o granjas) haciendo que los Compradores se comprometan a mejorar sus propias prácticas de compra. Las prácticas de compra incluyen, por citar algunos ejemplos, el precio y las condiciones de pago que ofrece el Comprador, los plazos de producción y los plazos de entrega, entre otros.
Las propias prácticas de compra irresponsables de las marcas contribuyen a los abusos de los derechos humanos en la cadena de suministro. El COVID-19 puso de relieve esta enorme disparidad de poder y su impacto adverso en los derechos humanos cuando, durante los primeros meses de la pandemia, las marcas de ropa se apoyaron en términos unilaterales en sus contratos que les permitieron cancelar pedidos por valor de miles de millones de dólares en total sin pagar y sin considerar las implicaciones de sus decisiones para los trabajadores vulnerables.
Esta situación no es exclusiva del COVID. En realidad son extremadamente frecuentes. Las malas prácticas comerciales pueden ejercer tanta presión sobre los Proveedores que se vuelve prácticamente imposible defender los estándares de derechos humanos y garantizar condiciones de trabajo justas.
¿Por qué es necesario el Código de Comprador?
Casi todas las empresas o firmas de marca tendrán un código de conducta para proveedores, generalmente publicado en su sitio web. El uso de códigos de proveedores comenzó en la década de 1990 con los primeros escándalos mundiales de violación de los derechos humanos en las cadenas de valor. Casos como el de los niños que cosían pelotas de fútbol para Nike despertaron la preocupación de los Compradores por el impacto que el descubrimiento de abusos de los derechos humanos en su cadena de suministro tendría en su reputación.
Los códigos de proveedores han sido útiles para establecer los estándares de derechos humanos que a todos nos gustaría ver respetados a lo largo del proceso de producción, especialmente para los bienes que luego compramos, traemos a nuestros hogares, vestimos, usamos o consumimos de otra manera.
Pero son defectuosos y limitados en el sentido de que están escritos y desarrollados por los Compradores y atribuyen toda la responsabilidad de defender los derechos humanos y garantizar buenas condiciones de trabajo al Proveedor, sin hacer ninguna referencia al propio comportamiento del Comprador ni establecer nada parecido a un compromiso para que el Comprador se comporte de manera responsable.
Durante muchas décadas, el uso de códigos de conducta para proveedores ha perpetuado el peligroso mito de que los proveedores son los únicos culpables si se encuentran violaciones a los derechos laborales en la cadena de suministro.
El Código del Comprador cambia la conversación: describe los estándares y principios a los que los Compradores pueden y deben comprometerse en sus propias operaciones, sus propios contratos y su propio compromiso con los Proveedores para defender los derechos humanos y garantizar condiciones justas para los trabajadores que trabajan en sus cadenas de suministro.
¿Es aplicable el Código del Comprador?
Sí, pero solo una vez que se incorpora a un contrato de compraventa de bienes, también conocido como contrato de suministro, y luego el Código del Comprador se vuelve legalmente vinculante y exigible. Eso significa que si un Comprador no actúa de acuerdo con los términos del Código del Comprador, el Proveedor que es parte del contrato, en teoría, podría demandar al Comprador por incumplimiento de contrato.
Sin embargo, la decisión de incorporar el Código Comprador en los contratos de suministro es actualmente voluntaria. Las marcas pueden hacer público su compromiso con el Código del Comprador y publicar el Código del Comprador en su sitio web. Pero para que el Código del Comprador sea exigible contractualmente, sería necesario incorporarlo al contrato de suministro.
¿Qué sucede si se descubre que una marca que se ha comprometido con el Código del Comprador lo infringe?
En los contratos de suministro tradicionales, las únicas partes que pueden recibir compensación por incumplimiento de contrato son las dos partes del contrato, a saber, el Comprador y el Proveedor. Este enfoque no funciona cuando el incumplimiento implica una violación de los derechos humanos de los trabajadores. En esos casos, los recursos deben llegar a las víctimas de la violación, es decir, a los propios trabajadores, no a las partes del contrato.
Esta es la razón por la cual el Código del Comprador sitúan la reparación de los derechos humanos por delante de los daños típicos de los contratos, dando prioridad a la reparación del daño a las víctimas de la forma más adecuada. Por lo tanto, el Código del Comprador aseguran que las víctimas sean los principales beneficiarios de la remediación.
Artículo traducido y adaptado de FAQ: The Buyer Code of Conduct and the Model Contract Clauses. How Might They Change Fashion?