¿Cuántos proveedores tienes? Esta es una pregunta simple pero, dependiendo de la envergadura de tu organización, puede tener una respuesta muy complicada o, a veces, ninguna respuesta.
Tu negocio no puede ser completamente resiliente a menos que estés evaluando constante y detenidamente los riesgos que pueden afectarle. Y uno de estos es la gestión del riesgo entre los proveedores.
Hasta ahora tratar de comprender cada acción y proceso involucrado en la cadena de valor de un producto terminado en el almacén, no ha sido una prioridad pero los accidentes y escándalos como el de Rana Plaza o el Tianjiayi Chemical Co han activado movimientos sociales que vigilan la industria y una preocupación, más o menos verídica, por la trazabilidad y la transparencia de parte de las empresas.
Ninguna organización quiere ser cómplice de delitos financieros, esclavitud o daños ambientales. Es por ello que es importante saber con quién estás haciendo negocios y qué soluciones hay disponibles para ayudar a abordar los riesgos, proteger tu reputación y cumplir con las obligaciones regulatorias.
En este contexto es muy importante que te centres a clasificar a tus proveedores en función del riesgo al que te expones a que ocurran situaciones que pueden hacer que seas visto como una empresa poco responsable o que, debido a las distorsiones del mercado, sufras problemas de aprovisionamiento que tengan un fuerte impacto en tu rentabilidad.
Las verdaderas cadenas de suministro son redes
El término «cadena de suministro» evoca imágenes de un modelo lineal y secuencial, un proveedor siguiendo al otro. Pero esto es cada vez menos ajustado a la realidad.
El Coronavirus no ha hecho más que evidenciar que la estructura y la cadena de valor de la industria es extremadamente frágil, compleja y desarticulada.
La mayoría de marcas, especialmente si son multinacionales, están gestionando una red o ecosistema de suministro en el que los elementos interactúan entre sí de manera poco coordinada.
En tales redes y ecosistemas, las amenazas pueden surgir de cualquier punto y la capacidad de control y gestión es muy limitada.
Por eso es importante tener un sistema para monitorear y comprender estas amenazas y poder actuar lo suficientemente rápido como para evitar, o minimizar, cualquier daño.
Hasta ahora, muchas organizaciones han confiado en una de estas 2 estrategias:
- Se basan en la historia y confianza que tienen con sus proveedores para asegurar que no ocurrirá nada que pueda poner en riesgo tu empresa.
- Se centran en los proveedores que representan el 80% de su gasto, o los 30 proveedores más grandes. Pero esto deja muchos ojos fuera de la verdadera cadena de producción.
Pero en lo que debes enfocarte es en qué proveedores estás en mayor riesgo y cuáles de ellos, si fallaran, tendrían el mayor impacto en tu negocio.
Tus 3 acciones para gestionar el riesgo con tus proveedores
Evaluar, identificar y mitigar con éxito el riesgo comienza con tres ejercicios diarios:
1.Mantente al tanto de las noticias en las regiones geográficas clave de tu cadena de suministro
Es importante rastrear constantemente, lo que sucede en las áreas que son críticas para tu cadena de suministro. Estar atento a los desastres naturales, los cambios geopolíticos y la acción industrial.
Esto puede ayudarte a minimizar las interrupciones en el aprovisionamiento o bien los escándalos o accidentes que ocurren constantemente en muchas partes de la cadena de valor. La probabilidad de acción industrial es a veces difícil de mapear, pero se puede evaluar. Incluso dentro de Europa, el número promedio de días perdidos por huelgas por cada 1,000 trabajadores cada año varía en un factor de 40
2. Mantente en contacto con tus proveedores.
Nadie quiere comprar a un proveedor de una sola fuente, sin embargo, cada organización tiene al menos uno de ellos. Si sabes quiénes son, y por qué son importantes para su negocio, puede mitigar el riesgo que representan.
También debe saber qué proveedores son críticos para tus productos o servicios que generan mayores ingresos. Un programa de contacto regular puede ayudarlo a saber que algo está a punto de salir mal.
3. Mapea tus proveedores de alto riesgo y tus proveedores clave
Una vez que haya identificado cuáles de tus proveedores están en mayor riesgo, puedes comparar esa lista con los nombres de tus proveedores clave.
Si las empresas aparecen en ambas listas, debes profundizar y definir un plan que pueda ayudar a abordar los problemas que surgen si se interrumpe el negocio de un proveedor, y ayudarlo a mitigar la interrupción de su negocio.
Cuáles son las señales que deben ponerte alerta y señalarte que estás frente a un proveedor con un riesgo alto.
Las 10 señales de que tienes un proveedor de alto riesgo en tu cadena de valor
- El margen de ingresos o ganancias de tu proveedor ha disminuido.
- La calidad del producto que recibes se ha deteriorado.
- El productor ha dejado de comunicarse contigo por largos periodos de tiempo
- Ha habido grandes retrasos en el envío de productos.
- Ha habido muchos cambios de personal a nivel ejecutivo.
- Tu proveedor ha sido adquirido recientemente.
- Se han vendido partes del negocio de tu proveedor.
- Su proveedor está reubicando tus operaciones.
- Se han violado las directrices sobre cumplimiento, sostenibilidad o responsabilidad corporativa.
- Se inició una demanda contra tu proveedor.
- Tu proveedor ha sido declarado culpable de infracción de patente.
Al delegar algunas de las tareas a la tecnología, puedes enfocarte en las cosas que realmente importan pero cabe no olvidar que la tecnología funciona siempre que haya un par de ojos críticos supervisando su acción. Por ello es importante contar con personas dedicadas a supervisarla.
También vale la pena recordar que ninguna empresa tiene el monopolio de la sabiduría y el control cuando se trata de gestionar el riesgo. Compartir información, ideas, experiencias y estrategias puede ayudar a la industria en general a mejorar las cadenas de aprovisionamiento y proteger su reputación y negocio.