Einstein dijo una vez: “no todo lo que se puede medir importa y no todo lo importante se puede medir”.
Esta frase puede resumir lo que representa la metodología de la Huella Ambiental de Productos o Product Environmental Footprint (PEF) que está elaborando la Comisión Europea para tener un sistema homogeneizado de evaluación del impacto ambiental de los productos que se venden en Europa.
Hoy te voy a contar por qué la Unión Europea está creando una metodología propia y cómo afecta esto a la industria de la alpaca.
¿Cómo evaluar el impacto ambiental de un producto?
En la actualidad existen muchos métodos para medir la huella ambiental de un producto: certificaciones, evaluaciones de huellas (carbono e hídricas), indicadores ESG, etc. Cada una de ellos utiliza una metodología y unos supuestos distintos para evaluar el avance de empresas y productos hacia la sostenibilidad.
Pero, ¿qué ocurre cuando cada empresa puede decidir qué metodología usar? que no es posible comparar los resultados de las mediciones, genera confusión en el mercado y da espacio y alas para el greenwashing.
En los últimos años, la metodología que más relevancia ha tomado ha sido la de los Análisis de Ciclo de Vida que están estandarizados en la familia de normas ISO 14040. Muchas empresas han evaluado sus productos utilizando esta metodología y han sustentado afirmaciones de “sostenibilidad”.
La misma Sustainable Apparel Coalition (SAC), una de las organizaciones industriales más prominentes de la industria de la moda en materia de sostenibilidad, creó el Índice Higg de Materiales basado en la lógica del ciclo de vida y con toda la información “fiable” y “completa” que “está disponible”. El índice buscaba apoyar a las empresas en la evaluación de sus materiales y a encontrar mejores opciones para fabricar sus productos.
Pero lo que es importante saber es que el ACV tiene aún muchas falencias y que es posible conseguir resultados muy contradictorios en función de cómo se realice el análisis y la información que se utilice. Debido a ello, muchas de las afirmaciones de sostenibilidad que emiten las marcas puedan ser consideradas greenwashing.
El mismo índice tiene también tiene enormes falencias y, aunque ha sido un buen intento, varios gobiernos europeos se han ya expresado en contra de que las marcas lo utilicen en países como Noruega y Holanda.
La evaluación del impacto ambiental de la industria de la alpaca
La alpaca no es ajena a esta situación de confusión y alegatos falsos. En los últimos años nos hemos visto con la necesidad de defender la fibra de ataques que aseguraban “científicamente” que la alpaca es la segunda fibra más contaminante. La información provenía del Índice Higg de Materiales que decía contar con la mejor información disponible para evaluar la «sostenibilidad» de los materiales.
Cuando varias marcas empezaron a retirar sus pedidos, la cadena de valor de la alpaca reaccionó iniciando una coordinación de toda la cadena a nivel nacional, desde los criadores hasta el retail pasando por institutos de investigación y agencias de gobierno tanto en el Perú como en el extranjero.
La primera victoria del sector fue conseguir que el índice Higg no presentara la puntuación agregada de los impactos ambientales y le siguieron conversaciones con la Sustainable Apparel Coalition (SAC) para obtener las fuentes de información que sustentaban estas afirmaciones. En el proceso quedó claro que la información disponible por parte de la SAC es completamente insuficiente, desactualizada y poco relevante para explicar el contexto peruano que es de dónde se obtiene alrededor del 75% de la alpaca a nivel mundial.
El gobierno del Perú contribuyó a realizar un estudio de Análisis de Ciclo de Vida de la alpaca a nivel nacional y se siguen programando estudios para conseguir información de primera mano que refleje el impacto que tiene esta industria, sobretodo en la fase de fabricación de la fibra.
Para evitar que haya demasiados sistemas de medición que generan confusión en el mercado, en la última década la Unión Europea ha estado desarrollando la herramienta Product Environmental Footprint que busca estandarizar la medición de la huella ambiental para todos los productos, materiales y accesorios que se vendan en el espacio europeo.
¿Qué es la herramienta de Product Environmental Footprint?
El Product Environmental Footprint (PEF) es una metodología que tiene como objetivo estandarizar el método de análisis y cuantificación de los productos que entran al mercado europeo de tal manera que los consumidores puedan evaluar más fácilmente el impacto ambiental de los productos y evitar el greenwashing por parte de las empresas.
Esta metodología está basada en la metodología del Análisis de Ciclo de Vida (ACV) pero busca eliminar ciertos problemas que han venido surgiendo con la proliferación de metodología y afirmaciones que dicen señalar a unos productos o materiales como más “sostenibles” que otros.
El objetivo del PEF es el de crear una metodología para medir y comunicar impactos ambientales de una manera estandarizada, reproducible y que reduzca la confusión en el mercado.
En última instancia, el objetivo de la Unión Europea es que tanto empresas como consumidores puedan comparar fácilmente el comportamiento ambiental frente a productos similares.
La evaluación del PEF analiza y cuantifica 16 impactos ambientales de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida desde que se obtiene la materia prima hasta que se desecha pasando por el impacto ambiental de la producción y el uso de la prenda.
Estos impactos son:
- Agotamiento de la capa de ozono
- Uso de Agua
- Toxicidad humana – Efectos en el cáncer
- Toxicidad humana – Efectos no relacionados con el cáncer
- Eco-Toxicidad – Toxicidad del agua dulce
- Material particulado/ inorgánico respiratorio
- Formación de ozono fotoquímico
- Radiación Ionizante
- Acidificación
- Eutrofización – Terrestre
- Eutrofización – Agua dulce
- Eutrofización – Marina
- Uso de la Tierra
- Agotamiento de recursos – agua
- Agotamiento de recursos – combustibles fósiles
- Agotamiento de recursos – minerales y metales
Te dejo un video resumen del PEF que te ayudará a complementar la información.
¿Cuál es la diferencia entre un ACV y el PEF?
En los últimos años, el uso de Análisis de Ciclo de Vida (ACV) ha sido lo más común para tratar de analizar y comunicar los impactos ambientales de los productos y hacer declaraciones al respecto.
En pocas palabras, PEF se basa en la metodología del ACV. Ambas son metodologías se utilizan para calcular el impacto ambiental negativo de un producto en todo su ciclo de vida.
La diferencia fundamental entre el ACV y el PEF, propuesto por la Comisión de la UE, es que este último define reglas adicionales para calcular los impactos según el tipo de producto que se evalúe.
Algunas diferencias claras:
- El PEF define límites claros del sistema para los ciclos de vida del producto, mientras que los límites del ACV están abiertos a interpretación.
- El PEF también proporciona una guía para evaluar el final de la vida mientras que las normas ISO del ACV no obligan a ello .
- El PEF está creado buscando la comparabilidad entre productos, mientras que el alcance de un ACV puede diferir según quién realice la evaluación.
Tomemos esta gran diferencia entre los objetivos del PEF y el ACV: la comparabilidad.
Para comparar dos productos, debemos tener reglas claras que los hagan comparables: unidad funcional, límites del sistema, condiciones de uso y final de vida similares, etc.
Es por ello que la Comisión ha establecido unas normas concretas por cada categoría de producto y también para las subcategorías. Estas reglas se llaman Product Environmental Footprint Category Rules (PEF-CR) y establecen pautas específicas sobre cómo calcular los impactos ambientales para diferentes industrias y grupos de productos (pesca, plantas, embalajes, alimentos, construcción, etc).
En el caso de la industria de la moda, se van a desarrollar normas de categoría para accesorios, vestidos, calcetería, ropa interior, mallas/medias, chaqueta, jersey, pantalones, camisas, falda, calcetines, suéter y chaquetas de punto, trajes de baño, camisetas, botas, zapatillas de deporte con tacos, vestido zapatos/tacones, otros zapatos deportivos, sandalias y zapatillas de deporte.
De esta manera, cuando los productos de alpaca ingresen al mercado, deberán evaluarse según esta metodología estandarizada y etiquetar sus prendas o accesorios de acuerdo a los lineamientos. Eso permitirá al consumidor comparar entre dos zapatillas o dos chaquetas similares y tomar decisiones informadas en lo que se refiere al medio ambiente.
La secretaría técnica que coordina la creación de estas reglas estandarizadas está liderada por la Sustainable Apparel Coalition, y la consultora Quantis. El rol del secretariado es el de definir la metodología y la data adecuada que se va a utilizar para crear estas normas específicas para los diferentes productos de moda y, también, de la fibra de alpaca. ¿Cuestionable?
Aquí puedes encontrar un borrador hecho por Quantis sobre las normas de categoría para el sector moda.
¿Cuáles son los beneficios para el sector de la alpaca de contar con una herramienta como el PEF?
Una vez terminadas, el sector de la alpaca tendrá indicaciones sobre qué se debe calcular, cuáles son las bases de datos que se pueden usar para completar y asignar datos y cómo se debe presentar e informar sobre los resultados de la evaluación. Además, tendrá la seguridad que cualquier empresa de alpaca que venda en el mercado Europeo, calculará sus impactos con la misma metodología.
De esta manera, se espera que los resultados que se obtengan de analizar dos productos de alpaca con la misma función sean comparables, verificables y reproducibles ya que estarán evaluados en base a las mismas reglas.
Obviamente este punto es plenamente discutible teniendo en cuenta el estado actual de la información. Si bien para muchos productos, sectores y fases del ciclo de vida existe información, para el caso de la industria moda y especialmente en la producción de fibra de alpaca, aún no se cuenta con esta información.
Adicionalmente, algunas de estas bases están proporcionadas por lobbies potentes de varias industrias (como el plástico) y, como tal, la información puede ser tendenciosa.
Por último, la actualización de estas bases de datos con nueva información será, como mínimo, lenta y tediosa ya que requerirá revisiones y aprobaciones a nivel europeo.
Como los modelos de cálculo y los datos de entrada que se proporcionan están muy estructurados y estandarizados se espera que realizar un análisis de huella ambiental sea una forma mucho más económica que hacer un ACV tradicional, ya que gran parte del trabajo inicial ya se ha hecho. Además, es previsible que en poco tiempo se desarrollen herramientas que permitirán hacer esta evaluación mucho más rápido.
¿Qué impactos no contempla el PEF y que afectan negativamente a la puntuación de las fibras naturales?
Como hemos dicho, podemos ver, el PEF y las Normas de Categoría tienen un objetivo que cualquier empresa busca obtener: homogeneidad, simplicidad y comparabilidad.
Entonces, por qué es tan cuestionado y puede llevarnos a verdaderos problemas cuando tratamos de vender alpaca. Tenemos, al menos, 3 grandes grupos de falencias en la metodología PEF que afectan a la puntuación de las fibras naturales.
1. La metodología no evalúa aspectos ambientales relevantes para las fibras naturales
La metodología del PEF evalúa una amplia variedad de impactos pero también deja no solo algunos impactos críticos fuera del análisis que tienen una incidencia clave en los resultados sobre el impacto ambiental de las fibras naturales.
Algunos de estos impactos son:
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Contaminación por microplásticos.
La contaminación por microplásticos que ocasionan materiales sintéticos no está incluida y, por lo tanto, no tiene ninguna puntuación negativa a pesar de la creciente evidencia científica del impacto nocivo para la salud humana y planetaria.
Por ello, los productos que contribuyen a la contaminación ambiental a través de la liberación de partículas de microplástico aún pueden obtener buenos puntajes en las principales categorías de impacto de PEF.
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Impacto total de los combustibles fósiles.
No se contemplan los impactos de la formación del petróleo crudo y únicamente se contabiliza a partir de la extracción en la boca del pozo. Por el contrario, todos los impactos relacionados con el cultivo o producción de fibras naturales se tienen en cuenta (emisiones, consumo de agua, ocupación del territorio, etc.).
Dado que las fibras textiles a menudo muestran los mayores impactos en el ciclo de vida durante la etapa de creación de la fibra, esta limitación del PEF aumenta la desigualdad entre los productos fabricados con fibras naturales y las basadas en combustibles fósiles.
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Renovabilidad, reuso, reciclabilidad y biodegradabilidad
La metodología del PEF no contempla de manera detallada el hecho de que la materia prima sea de origen renovable, su alto potencial de reusabilidad y el potencial de reciclabilidad y biodegradabilidad al final de la vida útil de las fibras naturales.
Esto ocurre también con las fibras biodegradables y productos reusables; la metodología no ofrece ninguna puntuación positiva para las fibras biodegradables, mientras que las fibras no biodegradables no se penalizan.
Esta es una característica que diferencia a los enfoques de ciclo de vida de los relacionados con la economía circular y de la cuna a la cuna.Por ejemplo, una comparación entre dos productos basada exclusivamente en sus perfiles de PEF en realidad no mostrará las ventajas ambientales de un producto reparable en comparación con una opción no reparable.En el caso de la reusabilidad, el PEF, hasta ahora menciona que no se contempla en el análisis.
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Durabilidad
El PEF no evalúa el hecho que un producto sea durable por lo que las fibras como la alpaca o la lana no pueden fortalecer su puntuación frente a otras fibras sintéticas que son desechadas rápidamente.
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Impactos sociales
Adicionalmente, por ser una herramienta de evaluación ambiental, deja de lado la consideración de los aspectos sociales.
Recordemos que las fibras naturales como la seda, la alpaca, el mohair y el algodón son producidas por algunas de las personas más pobres del planeta y, en todos los países, los pequeños agricultores son algunos de los más pobres de la comunidad. Las pequeñas granjas brindan medios de subsistencia, dignidad y una ruta para salir de la pobreza para millones de personas. Más de 150,000 familias dependen de los ingresos de la fibra de alpaca. En todo el mundo, 21,5 millones de personas se dedican a la industria de la seda y más de 100 millones de personas a la del algodón.
Para muchas regiones, una sola fibra es la clave de su prosperidad: la alpaca es prácticamente el único modo de vida de las comunidades altoandinas y el algodón de Benin proporciona el 50 % de los ingresos de exportación de Benín.
Si estas fibras pierden cuota de mercado, solo desaparecen muchos puestos de trabajo sino también culturas, formas de vida originarias y diversidad de cosmovisiones ancestrales de gran valor cultural, religioso y espiritual.
Además, al no considerar los aspectos sociales, la metodología no contempla que un indicador ambiental puede empeorar debido a que ha habido una mejora en las condiciones sociales de los empleados o la comunidad. Por el otro lado, si una empresa decide mejorar las condiciones sociales de su equipo o su comunidad, la metodología del PEF no lo recopilará. Pero si estas acciones, por lo que sea, contribuyen a aumentar los indicadores ambientales, esto sí se verá reflejado en la evaluación.
3. No existe información de suficiente calidad y granularidad sobre la alpaca
Cuando conversamos sobre calidad de la información, está más que evidenciado que ésta es muy baja, por lo menos para las fibras naturales. Tanto en el caso de la alpaca como en el de la seda, se ha reafirmado que no existe información fiable ni representativa del impacto ambiental de estas fibras en ciertas categorías de impacto y en diferentes estadios del ciclo de vida.
En general, las bases de datos que se utilizarán en el PEF no cuentan con información fiable sobre el impacto de la mayoría de fibras naturales o de procedencia orgánica. Es por ello que, aunque pudiéramos introducir mejoras en la metodología, éstas quedarían opacadas por el hecho de que no hay información primaria adecuada y de calidad.
Desarrollar estas bases de datos no es una tarea simple ni barata. Es por ello que las grandes corporaciones, por ejemplo, del plástico, pueden otorgar su información mientras que para sectores como el de las fibras naturales suponen importantes inversiones.
Por el lado de la granularidad, nos referimos al nivel de detalle que tenemos de la información. Por ejemplo, el PEF va a trabajar con mayor granularidad de la data ya que la información provendrá más detallada y asociada a la industria de la moda.
Ahora bien, existen deficiencias en la granularidad, o nivel de detalle, de la información, especialmente en la fase de uso.
Por ejemplo, cuando hablamos de cómo las personas usan las prendas, en el grupo líder se están basando en algunos estudios sobre cuánto cuántas veces lava una prenda una persona en Suecia frente a una persona en España. O bien cuántas veces seca y plancha una persona una prenda de alpaca. ¿Qué implica no tener este nivel de detalle?
Pues, por ejemplo, que los impactos ambientales negativos que pueda tener la alpaca en la fase de uso, se consideren erróneamente porque se han hecho generalizaciones. Podemos suponer (suponer!), por ejemplo, que una persona en España utilizará menos la secadora de ropa o por menos tiempo que una persona en Suecia debido a que la temperatura en el país es más alta y puede secarse al aire libre. De la misma manera, una persona en España puede llevar menos veces una prenda porque el nivel de calor del país hace que las personas suden más y, por lo tanto, deba lavarse más veces que una prenda usada en Suecia.
Podríamos hilar más fino y especificar qué tipo de lavadoras se tienen en diferentes países, lo cual afecta al consumo de energía asociado a cada tipo de prenda.
Aquí te dejo un ejemplo del borrador de PEF-CR de Quantis que te he mencionado antes
En este gráfico puedes ver cómo se detalla el tipo de lavado por cada tipo de prenda. Como se puede ver, la alpaca no está representada y se toma como referencia al comportamiento que tienen las personas con la lana.
Aunque los indicadores del PEF arrojan cifras muy precisas, todavía existen importantes incertidumbres ocultas en su cálculo debido a la calidad de los datos o cuestiones metodológicas que deben transparentarse.
4. Su enfoque en la reducción de impactos negativos
La metodología de PEF, al estar basado en LCA, se centra únicamente en la reducción de los impactos dañinos y no contempla el resaltar los impactos positivos que puede tener un material o proceso productivo.
Entender que el impacto del hombre sobre el medio ambiente es negativo, excluye la visión ecocéntrica del mundo. A pesar de que esta es una discusión más filosófica, no por ello es menos importante en este contexto, porque determina el enfoque que se utiliza para determinar qué metodologías se utilizan para gestionar nuestras actividades económicas y sociales y nuestra relación con el mundo. Esta perspectiva está mejor calculada a través de enfoques y herramientas como cradle to cradle.
Para superar sus falencias, la metodología del PEF debe complementarse con otras herramientas de evaluación, paneles de expertos o estándares relacionados con productos porque los métodos de ACV por sí solos no brindan criterios o umbrales sólidos, verificables y exigibles.
En pocas palabras, el PEF puede ofrecer una contribución importante para medir el impacto de los productos pero también tiene falencias que deben complementarse.
¿Cuáles son los pasos a seguir?
1. Mantenernos informados
El proceso ya está avanzado y necesitamos tener toda la información posible para podernos preparar y adaptar. Es esencial que tengamos conocimiento al minuto sobre el proceso de definición técnica y, posteriormente, sobre la definición de políticas que afectarán al comercio con el mercado europeo. Esto significa contar con personas en Europa que estén capacitadas en esta materia y tengan un mandato de compartir la información con la industria peruana.
Tener información de primera mano nos permitirá muy importante que pasemos de la reacción a la planificación y visión estratégica. Muchos de estos cambios toman tiempo a implementarse y tener la información a último minuto puede costarnos muy caro.
2. Crear información primaria, relevante y de alta calidad.
La Unión Europea va a aprobar qué bases de datos se van a utilizar para realizar las mediciones del PEF. Si no contamos con la información concreta de la alpaca, la herramienta deberá funcionar con información de fibras similares (por ejemplo la lana) o bien hacer extrapolaciones que pueden ser muy perjudiciales.
Ya tenemos identificados los vacíos clave de información y ahora es necesario que el sector se implique en ello. Podemos esperar que el gobierno apoye pero el liderazgo y también el apoyo monetario principal debe venir de la industria que es la principal interesada.
No podemos perder tiempo porque el proceso ya está avanzado y la toma de decisiones sobre el mismo no está balanceado. No todas las partes interesadas están incluidas ni tampoco la información disponible juega a favor de las fibras naturales y de la alpaca.
Es hora de actuar.