Muchos profesionales tienen la percepción errónea que o se hace negocio y ganancias o se invierte en sostenibilidad, pero no es posible tenerlos a ambos. Si implementas la sostenibilidad de manera estratégica y tienes un plan de acción adaptado a tus potencialidades, la sostenibilidad es probablemente la principal herramienta para relanzar tu negocio en la nueva economía.
La creencia de que sostenibilidad y crecimiento económico son antagónicos tiene su arraigo en la mentalidad corporativa por dos factores. Primero la tesis, antigua pero aún influyente, de Milton Friedman “El negocio de los negocios es hacer negocios”. En segundo lugar está el pobre resultado que tuvieron los primeros intentos de introducir al mercado productos ambientalmente responsables en los años 70 y 80. Esos productos eran de baja calidad y tenían un precio muy alto por lo que no consiguieron prosperar y la inversión que se hizo en ellos se perdió.
Pero los tiempos han cambiado. El entorno económico, político, social y tecnológico no es el mismo. Además, las amenazas ambientales y los problemas sociales se perciben cada vez más cerca.
Hoy veremos los principales argumentos que puedes utilizar para convencer a quien necesites convencer en tu organización de que es necesario hacer moda sostenible.
1. Cumple con los requisitos regulatorios
En un estudio de la London School of Economics, desde 2009, el número de leyes relativas al cambio climático ha aumentado un 66% de 300 a 500 (en los 66 países países estudiados). Esto nos indica que no estar al día con los temas ambientales puede suponer multas considerables.
2. Asegura la disponibilidad y calidad de tu materia prima
Las consecuencias del cambio climático y las condiciones sociales conflictivas pueden llevar a impactar la calidad y disponibilidad de inputs. Un ejemplo de ello son las disrupciones en la cadena de valor provocadas por la necesidad de encontrar suministro de materia prima debido a una plaga en el cultivo o la falta de agua o lluvias.
En el sector minero peruano, por ejemplo, de donde la industria de la joyería obtiene su materia prima, los conflictos sociales relacionados con el aprovisionamiento de agua han hecho que se suspendan repetidamente proyectos de minería valorados en más de 21000 milllones de dólares desde 2010.
Otro ejemplo de estas disrupciones lo tenemos en el impacto del Coronavirus sobre la industria de la moda. En esta situación nuestros costes pueden subir y nuestra rentabilidad bajar, o a un peor, quedar mal frente a la capacidad de suministrar a un cliente. Conservar los ecosistemas diversos y sanos, nos protege de contraer enfermedades infecciosas para los que no estamos preparados, provenientes de seres vivos que deberían estar más alejados de los humanos.
A pesar que algunos impactos del cambio climático y la contaminación son poco previsibles, existen algunos que ya estamos viviendo. Las malas condiciones ambientales pueden afectar la materia prima, haciendo que la calidad o disponibilidad de las mismas no sea la adecuada. Por ejemplo, ¿qué pasará si desforestamos todos los bosques? ¿De dónde obtendremos la viscosa?
El cambio climático está cambiando las condiciones climáticas y tiene el potencial de aumentar las plagas y las enfermedades. En el caso de fibras como el algodón, la escasez de agua y las condiciones cambiantes del clima están afectando la productividad y la calidad de las cosechas, haciendo que el aprovisionamiento se vuelva más errático y suban los precios del producto.
Si inicias el proceso hacia la moda sostenible, podrás reducir los riesgos de faltas de aprovisionamiento.
3. Protege tu reputación
La gran dispersión y largura de la cadena de valor expone también a las marcas a y los conflictos sociales
Es tentador tener los mínimos estándares ambientales y sociales por el máximo tiempo posible, pero nuestro mundo está interconectado y al final, todo acaba descubriéndose. Y cuando un escándalo llega a tu marca, la pérdida de reputación liquida todos los beneficios pasados y compromete los ingresos futuros. El daño a la marca es muy difícil y costosos de reparar con lo que resulta más inteligente cumplir con las normas, antes y todo de que estas sean controladas.
El escándalo de Nike en los años 90 cuando se descubrió que eran niños quien cosían sus pelotas, hizo que la compañía perdiera millones de dólares en ventas y tardó muchos años en recuperar la reputación. Hoy en día Nike es líder en transformación a la sostenibilidad y tiene mucho cuidado con su elección de las condiciones de las fábricas que producen sus productos. De todas maneras, la empresa no está libre de escándalos relacionados con la discriminación.
Otro ejemplo más reciente es el caso de Burberry’s que, a pesar de ser un promotor de la economía circular, fue acusado de quemar productos para preservar la exclusividad de su marca.
El cambio en las preferencias de los consumidores puede influir en las ventas, la cuota de mercado o la reputación de la empresa.
Además, de acuerdo con un estudio global de McKinsey, de 7,751 consumidores entrevistados en todo el mundo, un 87% están preocupados por los impactos ambientales y sociales de los productos que compran.
Gracias a la tecnología, los consumidores tienen acceso a información sobre tu cadena de valor y un pequeño error en alguna parte de tu cadena de aprovisionamiento o efectos en el consumo puede generar graves riesgos reputacionales.
Ya ves, proteger tu marca es también uno de los beneficios de iniciar el camino a la moda sostenible.
4. Atrae a buenos inversores
Un estudio de Arabesque y la Universidad de Oxford, revisó la literatura académica relacionada con la sosteniblidad y la performance corporativa y descubrió que un 90% de los 200 estudios analizados concluyen que contar con estándares positivos en los ámbitos ambientales, sociales y de gobernanza disminuye el coste del capital.
En un 80% de los casos se demuestra que la evolución del precio de las acciones de estas organizaciones está correlacionada positivamente con las prácticas de sostenibilidad. Además, un 88% de los casos muestran que las buenas prácticas en sostenibilidad resultan en una mejor performance operacional.
Durante la crisis de 2008, las empresas comprometidas con prácticas de sostenibilidad obtuvieron resultados por encima de la media en los mercados fianancieros, menor coste de la deuda de alrededor de 40 puntos básicos y su reputación se mantuvo intacta frente al descenso del resto de compañías.
Y, ¿por qué? Los inversores ponen atención a lo que llaman non financial disclosures especialmente por temas de riesgos. Los inversores confían en empresas que planifican a largo plazo porque eso es signo de prudencia y buena gestión. Ya existen buenos ejemplos de alianzas internacionales de inversores que incluyen consideraciones sociales y ambientales para aceptar empresas en sus portafolios.
La quinta edición del Observatorio de la Inversión Socialmente Responsable (ISR), presentado por Georgeson y el Club de Excelencia en Sostenibilidad incluye un análisis de las políticas de voto de los 50 grandes inversores institucionales extranjeros por volumen de activos ESG, para identificar los criterios sociales ambientales y de ética, considerados como prioritarios en su toma de decisiones.
El análisis muestra que, de los 50 inversores analizados, 45 consideran la integración de aspectos ESG, frente a los 43 del estudio anterior, correspondiente a 2014. Tras los criterios ESG, figuran las variables de engagement (44 inversores, frente a los 37 del 2014), exclusión (41 frente a 26 en 2014), screening basado en normas internacionales (36 frente a 7), best in class (33 frente a 12), inversión temática (34 frente a 33), e inversión de impacto, con 27 inversores.
Los temas clave: cambio climático relevante para el 94% de los inversores analizados, seguido de la gestión y tratamiento del agua, (90%), emisión de gases de efecto invernadero (82%) y la gestión de residuos (76%).
También encontramos casos como el de HSBC que se compromete con el desarrollo sostenible de Sri Lanka, o el BBVA que financia la mejora ambiental de marcas como Camper.
Si quieres inversores que creen en tu plan y en la solidez de tu negocio, empieza la transformación a la moda sostenible.
5. Mejora la relación con tus consumidores
Desarrollar productos ambientalmente y socialmente responsables puede resultar la decisión más acertada de tu carrera. Según Nielsen, el 65% de los millenials dicen estar dispuestos a pagar más por productos responsables.
Aún y así, muchas compañías son excépticas al respecto del interés de los consumidores a pagar más. Pero lo que es verdad es que este temor es auto infligido. Hace tiempo, las propias empresas tendían a aumentar los precios de los productos sostenibles por encima lo necesario o vendían productos con muy mala calidad que no cumplían sus requisitos.
Definitivamente los consumidores están cambiando. Sus valores se inclinan más por la transparencia, la autenticidad, la experiencia y el desarrollo personal. Si haces de estos valores el leit motiv de tu marca, verás nuevas oportunidades de negocio altamente lucrativas.
Casi dos tercios de de los consumidores en 6 mercados internacionales creen que tienen la responsabilidad de comprar productos que son buenos para el entorno y la sociedad. De estos dos tercios, el 82% está en mercados emergentes y el 42% en mercados desarrollados.
Las tendencias muestran que cada vez más, los negocios están incorporando al sostenibilidad no solo por aspectos reputacionales o de reducción de costos sino que la sostenibilidad ofrece una estrategia para alinear las acciones de la s compañías con sus objetivos, misión y valores. Esta es la mejor razón que puedas dar a tus superiores, socios o inversores para unirse a tu proyecto.
Entonces, a la pregunta: cuál es la razón para incluir la sostenibilidad en tu marca, puedes muy bien pensar: cuál es la razón para no hacerlo!
Si quieres que tu marca esté “a prueba de futuro”, debes ponerte manos a la obra. Yo te puedo ayudar a través de mi servicio de coaching online de moda sostenible. Reserva 1 hora y verás todo lo que podemos hacer juntos.